Joya perdida en el Camino de Santiago
El gran año del Camino de Santiago, año santo jacobeo 2021, por caer de domingo la festividad de Santiago Apóstol, todos los 25 de julio en ese día, el tercer destino de peregrinación cristiana, Compostela, después de Roma y Tierra Santa, los que visiten Jerusalén. Con tal motivo expertos y conocedores de las diferentes variantes del Camino nos viene ofreciendo a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA las bondades del recorrido más literario, mezcla de naturaleza y espiritualidad, de sobrada presencia humana y foco de turistas cultural, a veces muy invasivo, que es posible arrolle hasta la espiritualidad, como bien dice José María Hevia, canónigo de la Catedral de Oviedo, en la tercera entrega de los encuentros digitales que organiza LA NUEVA ESPAÑA.
En estos problemas que nos acechan al mundo de hoy, son necesarios hombres y mujeres, mujeres y hombres, expertos portadores y transmisores del conocimiento, que den testimonio de la gratitud, la entrega de uno al servicio desinteresado al otro, para difundir y hacer cercana a las personas la cultura de un pueblo, porque todo lo que tenga que ver con nuestra historia, la historia del pueblo, fue y sigue siendo tema de interés. El gran año del Camino de Santiago, año santo jacobeo 2021, la vivencia jacobea la llevamos todos en el corazón, leyendo o caminando, es por ello que considero de interés la difusión de los rigurosos y amenos comentarios a través de los más importantes periódicos, pues ellos nos acercan a las raíces en que se cimentó la historia. Con respecto a estos, debo señalar el sonrojo que provocó el presidente del colectivo de Siero, Noreña y Sariego, Manuel Jesús Samartino, explicando la ruta desde el concejo de Villaviciosa a Oviedo, entra en la Pola, no sé si por Les Campes, paso correcto, como bien dice la estudiosa Marisalva Prieto, sin el paso por Bienvenida con una vinculación histórica en el itinerario de cientos de años. Se le conoce así porque durante siglos mantuvo la puerta abierta día y noche, un monje daba la bienvenida y posada al peregrino que por esta ruta se dirigía a Compostela. Fuera de las grandes ciudades en el Camino de Santiago, donde se cimentó la historia y entre los vaivenes, siempre se mantuvo a flote, no es un hallazgo como la mítica ciudad perdida en Luxor, en Egipto, ahí donde la vemos ahora, hubo un tiempo en que fue grande e iluminó la Historia, somos herederos aunque a cierta distancia de aquel tiempo, debemos hacer algo, para mantener algo que es historia, los que han venido informando de lo que a medida que pasa el tiempo fue historia, no tergiversaron ni falsearon la historia. No acabo de saber cómo reaccionar al hecho de que el presidente de la Asociación Amigos del Camino de Santiago en Siero olvide por completo esta parada histórica en Bienvenida, ni diga nada del estado del camino, que el peregrino tan solo puede hacer por el señalado con flechas amarillas 400 metros al llegar a la capilla. El no hablar nada de esta joya perdida en el Camino es sinónimo del poco aprecio, de que vive alejado de la historia y de sus episodios pretéritos, tal consideración hemos de colegir que no es un buen conocedor de la historia. Dime de qué presumes y te diré quién eres.
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