Ahora el oso
El ataque de un oso a una mujer en Sonande (Cangas del Narcea) ha dado munición a los que consideran que lo más conveniente para sus negocios es exterminar a la fauna asturiana. Llevamos leyendo en los periódicos y escuchando en otros medios de comunicación a los ganaderos (no a esos ganaderos que han conseguido que Asturias y una conocida empresa láctea asturiana sean líderes indiscutibles a nivel nacional en el sector lácteo con su trabajo y su buen hacer, sino a esos que dejan abandonado el ganado en el monte, un monte que no es suyo, a veces durante semanas, mientras se dedican a otras cosas) que hay que eliminar a los lobos y que hay que eliminar a los jabalíes (aunque el jabalí es el principal alimento de las manadas, repito, manadas, de lobos), pero eliminar a los osos no se atrevían a decirlo, hasta ahora. Pues bien, ya se atreven. Los ganaderos a tiempo parcial y los “expertos”, a los que nadie sabe quién les ha dado el carné de expertos, ya dicen que también hay que eliminar osos, empezando por los osos “problemáticos”. ¿No pensarán los osos que los “problemáticos” somos nosotros? Estamos hablando de una subespecie, la cantábrica, que, aunque se ha recuperado algo, sigue en grave peligro de extinción. Yo he hecho grandes esfuerzos por entender a los que no piensan como yo y he tenido conversaciones sobre este asunto, no tanto con esos ganaderos que quieren eliminar a todo bicho viviente que no sean vacas, ovejas y gallinas como con gentes de esos pueblos que dicen que los lobos los acosan a la puerta de su casa y que no puedes salir al campo porque ya hay osos por todas partes. Por supuesto, mienten, mienten mucho, porque no han sido capaces de sacar una foto o de filmar a esos malvados lobos, tan malvados como el del cuento de Caperucita, que los acosan hasta en el jardín de su casa, ni a la pléyade de osos que ya están por todos partes y que te impiden salir al campo. Lo peor es que cuando estoy a mitad de la conversación siempre me cortan y me dicen lo mismo, en tono claramente amenazante, para zanjar el debate: “A los ecologistas habría que tirarlos al río y a los rojos habría que matarlos a todos”. Esos son sus principales argumentos. Va todo en el mismo paquete.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

