Operación Nimrod e indulto
Habiendo sido secuestrada la Embajada iraní en Londres por un grupo terrorista, fueron puestos en alerta los miembros del SAS. El 5 de mayo de 1980, veinticuatro de ellos asaltaron la Embajada. No van a leer derechos y detener, van a disparar a matar en cuanto se topen con algún terrorista, y así lo hacen. Matan en pocos segundos a todos menos a uno. Según leí entonces, al transgredir con su acción importantes leyes británicas, fueron conducidos ante el juez para que se cumpliera la legalidad. El juez los condenó como marcaba la ley e inmediatamente fueron indultados por el Gobierno. Todo secuenciado oportunamente para cumplir con la legalidad. Los miembros del SAS no estaban arrepentidos de nada, ni siquiera se proponían no volver a hacerlo, pues incluso habían sido formados y preparados por el Estado para hacer lo que habían hecho y hacerlo cuantas veces fuese necesario para el bien general de todos. Ese es el quid de la cuestión: “para el bien general de todos”.
Los tiempos cambian, los que no cambian son los independentistas en España, que no se dan cuenta de que lo que tienen que hacer es seguir lo establecido por la ley y convencer al resto para conseguir esa imaginada independencia. Imaginada, porque ya es imposible que nadie sea independiente en este mundo. La respuesta consiste en que, establecida una Constitución o norma para la convivencia, se respete. La arrogancia política de los políticos del “procés” los llevó a ser juzgados y condenados como delincuentes porque se saltaron la ley. Ahora vienen las preguntas clave: ¿lo hicieron para el bien general de todos los españoles? No, pues se saltaron la Constitución, que es el bien general de todos. El que el Gobierno les conceda el indulto ahora: ¿será para el bien general de todos los españoles? Debería ser una desinteresada respuesta nada partidista: ¿será posible? ¿Hará posible la conciliación?
Cuando hace sesenta años estudiaba geografía, existía Checoslovaquia. Era un Estado federal surgido tras la Primera Guerra Mundial. Pero en 1993 políticamente se separaron en dos estados sin establecer referéndum alguno entre los ciudadanos. Ahora solo un 44% considera que eso fue algo correcto. El separatismo en España y en la Europa actual es una incorrección absurda, una arrogancia que perjudica no solo a todos los españoles, sino también a todos los europeos. Es algo que perjudica a los mismos independentistas y a todos los demás. Quizá víctimas de la estupidez algunos saquen provecho propio de ese victimismo, pero con perjuicio posterior de todos los suyos y de todos.
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