Ya les vale, están muy vistos
Lo que se nos anuncia que nos viene encima con el precio del consumo energético daría para ocupar páginas y más páginas en prensa y horas de tele y radio. El Gobierno actual se está viendo pillado de lleno en este tema, por lo mucho que cuando era oposición criticó al Gobierno de Rajoy y por las promesas que hizo de cambiarlo todo a mejor si llegaba a gobernar. En este campo, como en casi todo, vemos que cambió radicalmente, pero, para nuestra desgracia, a peor.
Uno no es experto en el tema y tiene que aceptar -no de buen grado- que le rasquen el bolsillo cada día, más en todo. A mi entender, nuestros gobernantes de antes y de ahora se precipitaron en pretender reformar nuestro sistema energético prescindiendo de las fuentes de energía de las que antes disponíamos sin esperar a disponer de otras nuevas que sustituyesen a las anteriores en cantidad y calidad. Consecuencia de ello, el precio de generar la energía que nuestro país necesita se dispara al alza mes a mes en detrimento no solo de los consumidores domésticos, sino -según parece- en detrimento o perjuicio de nuestra escasa industria, lo que, sin duda, generará limitaciones en su más que deseado crecimiento y desarrollo.
Triste panorama el que nos presentan. Señores gobernantes: en economía, tema del que no llego más allá de saber que he de ajustar cada mes mis gastos al volumen de mis ingresos, para no generar déficit y endeudarme, no vale recurrir a la demagogia para engañar al tonto, como lo haría el charlatán de turno: hace falta sensatez y realismo, y, sobre todo, contarle a la ciudadanía la pura realidad. Esto cuesta lo que cuesta, y punto. El recibo o factura que las compañías suministradoras nos pasan a los clientes lleva un sinfín de tasas e impuestos que ustedes recaudan. Si el coste del servicio ahora es superior, ustedes podrían recaudar lo mismo en impuestos que antes bajando el tipo o porcentaje aplicable. Luego no nos cuenten batallitas, ustedes le dieron una patada en el trasero al anterior Gobierno contándonos el cuento de la lechera y ahora, en el Gobierno, hacen el papel de la vaca que dio la patada al cántaro y derramó la leche que a cántaro lleno nos prometían. ¡Ya les vale, están muy vistos!
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