El efecto psicológico de las vacunas
Es evidente que el miedo y la incertidumbre que había generado el coronavirus se va mitigando a medida que se está vacunando a la población, lo que significa que la sociedad empieza a recuperar paulatinamente el ritmo que se había ralentizado desde que aparecieron los primeros síntomas y que estaba llegando a unos niveles más que alarmantes.
La pandemia está siendo, sin duda, un severo castigo por sus devastadoras consecuencias y sus secuelas sobre la salud y la economía, pero son, sin duda, las vacunas el único remedio para detenerla, no solo por sus efectos terapéuticos, sino también, y muy especialmente, por lo que representan en el aspecto psicológico, tan esencial como necesario para poder mirar al futuro con esperanza.
Aún queda un largo trecho por recorrer para ser optimistas, porque llevará mucho tiempo recuperar las pérdidas, desgraciadamente irreparables muchas de ellas, pero es muy importante saber que, al menos, en lo que respecta a la salud, las vacunas están cumpliendo eficazmente su papel.
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