La salud mental y el covid-19
Como todos sabemos, desde hace un tiempo nuestras vidas han sido interrumpidas. Ha comenzado una pandemia que nos hace separarnos y nos prohíbe tocarnos y abrazarnos. Con positividad y esperanza, intentamos sobrellevarlo y seguir adelante, pues, de un modo u otro, esto llegará a su fin y todos seguiremos con nuestra vida como si nada hubiese pasado.
Sin embargo, recientemente, quizá debido al desgaste que esto supone, han llegado a la cabeza de muchos de nosotros varias cuestiones. ¿Y si esto dura para siempre?, ¿y si el final es tan solo una mentira? Dejando que la tristeza y la desgana lleguen a nuestra mente e inunden todo nuestro cuerpo.
Creo que sería necesario poner más atención a esto, pues, aunque muchas personas lo oculten, este sentimiento es parte de la sociedad. Ya no se trata de salvar vidas y curar personas, sino de llegar a los más solitarios e inundarlos de luz.
Según un diario nacional, los científicos de la Universidad de Madrid Rey Juan Carlos se han dado cuenta del drástico ascenso de llamadas que han recibido en los últimos meses los especialistas para consultas psicológicas. Muchos de los españoles encuestados han admitido sentirse desesperanzados. Este sentimiento se apodera brutalmente de nuestros mayores, que se siente abandonados. Muchos de ellos viven solos y han visto cómo sus pocas pero esperanzadoras visitas se han ido desvaneciendo poco a poco. Entre el 30 por ciento y el 40 por ciento de ellos reconoce necesitar ayuda psicológica y compañía.
Por ellos me gustaría dar más visibilidad a este problema, porque la salud, la felicidad y el sentirte acompañando por los tuyos en todo momento es lo más importante. Y, aunque sea con distancias, no podemos olvidarnos de esto, de cuidarnos y ayudarnos entre todos.
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