El racismo y el Black Lives Matter
El racismo es un tema siempre presente en nuestra sociedad, pero últimamente ha vuelto a ocupar muchos titulares debido a todas las manifestaciones del BLM en Estados Unidos. Y la gente debería darse cuenta de que solo nos debe importar una raza, la humana, a la cual pertenecemos todos, y tenemos que dejar de discriminar a la gente por su color de piel.
Mucha gente pensará, por lo que se muestra en las noticias, que las manifestaciones antirracistas son violentas. Sin embargo, según publica “The Washington Post”, desde la muerte de George Floyd, el 25 de mayo de 2020, ha habido más de 7.750 manifestaciones, de las cuales el 93% fueron pacíficas. Por otra parte, algunos policías sí que son violentos. Ahí tenemos el caso de Trayvon Martin, un joven de color que vivía en EE UU. Tenía 17 años. Un día, cuando se acercaba a la casa de su padre, fue asesinado por un policía blanco. El vigilante aseguró que disparó en defensa propia, pero Martin lo único que llevaba era dinero en efectivo, caramelos y un té helado. Como este, hay un montón más de casos en Estados Unidos de asesinatos o violencia a menores por policías. Personalmente, no suelo mirar las noticias, pero hace unas semanas me encontraba ante la televisión cuando vi la noticia de que una niña de color de unos 10 u 11 años, que estaba buscando a su padre, empezó a ser perseguida por una policía sin ningún motivo.
“La única cansada era yo, cansada de ceder”. Esta frase fue dicha por la primera dama del movimiento por los derechos civiles de EE UU, Rosa Parks, que, además, era afroamericana. O como dijo el poeta William Faulkner: “Vivir en cualquier parte del mundo hoy y estar contra la igualdad por motivo de raza o de color es como vivir en Alaska y estar contra la nieve”. Aunque el Black Lives Matter se haya creado mucho antes, la muerte de George Floyd fue como el Big Bang de este movimiento tan importante para la sociedad de hoy en día.
Debido al racismo se cometen muchas brutalidades e injusticias, como las ya mencionadas anteriormente. Y es algo que deberíamos eliminar de la sociedad. Una buena manera de conseguir esto es educando a los niños cuando son pequeños. Decirles que todos somos iguales o que nuestra tonalidad de piel no nos convierte en peor o mejor persona. Otra manera sería evitando las generalizaciones, como “todos los negros son ladrones”, que, por desgracia, están bastante presentes en nuestra sociedad.
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