La lectura en los adolescentes
A los adolescentes siempre nos dicen que no leemos y que debería interesarnos más esto que el móvil, por ejemplo. Pero no a todos nos gusta el móvil, o pasar tiempo en redes sociales, pues cada uno somos diferentes. ¿Por qué no leemos? ¿Qué nos empuja a cerrarle las puertas a la lectura? Pues se debe a eso mismo, a la obligación de hacerlo.
Como bien dijo Daniel Penacc, escritor y docente francés, "el verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo". Así pues, ¿por qué nosotros tenemos que leer libros que no nos interesan, o incluso ni siquiera entendemos? Yo, por ejemplo, hace unos años dejé de leer. Me resultaba aburrido, ¿para qué hacer el esfuerzo cuando podía ver la televisión? Asumí que, simplemente, leer no era para mí. Grave error por mi parte, puesto que leer es para todos, solo hay que encontrar el libro indicado, al igual que con las películas. ¿Cuántas películas habéis dejado a medias porque os dormíais? Ahora, sumarle que os están obligando a ver esa película. Odiaríais tener que verla, por lo tanto... ¿Odiáis ver películas? ¿O solo ver ESA película? Entonces... ¿Odiáis todos los libros? ¿O solo ese en específico que te mandaron leerte en clase que es del año de la polca y que lo único que entiendes son los conectores? Leer eso es casi como un castigo. Yéndonos a datos, según la Federación de Editores de España, entre los 15 y los 18 años solo el 44,7% de personas leen de manera regular. Muchos de ellos alegan que el móvil es su medio de entretenimiento, y la lectura, una obligación. En una entrevista que le hizo la fundación CADAH a Damián Pascual Lacalle, maestro y terapeuta, nos cuenta que los adolescentes consideran la lectura una vez llegados a esta edad como algo muy pesado y obligatorio, obras que no les motivan en absoluto y lecturas en breves periodos de tiempo de las que en la gran mayoría de las ocasiones no comprenden demasiado. He aquí la raíz del problema.
Leer es algo mágico, que provoca sentimientos que ni siquiera una película puede, ayudando a mejorar tu imaginación y haciéndote sentir como si de verdad estuvieras ahí, llorando, riendo, amando, sufriendo por los personajes. ¿Por qué privar a alguien de hacer eso? Entiendo que nos obliguen a leer, pues es algo necesario para nuestra educación, pero sería mucho más efectivo si nos dejaran elegir qué leer, o al menos tuvieran en cuenta nuestros gustos personales y nuestros intereses.
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