Por el forrico
Así decimos en Aragón a lo que en Asturias es pasarse por el forro, aunque seguro tenéis una expresión propia. Dígase como se diga, pedimos que no se juzgue soez esta carta por su título y léase si gustan. Va por el quebrantahuesos. ¿Que no hay consenso nacional?, da igual. Como igual da que unas actas del Ministerio de Medio Ambiente, informes oficiales y mucho criterio invaliden un proyecto de reintroducción, trasvase casi mejor, de quebrantahuesos entre Aragón y Asturias. Trasvase basado en vaciar nidos y en un sistema de cría artificial innovador con resultado de muerte o enfermedad –sufragado con 500.000 euros de inversión pública para un centro gestionado privadamente por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, la misma que gestiona, privadamente, el Centro de Interpretación de Benia de Onís, sufragado con cargo en buena parte al erario público asturiano–. A recursos legales por vaciar nidos: silencio administrativo. A crisis de la especie en los Pirineos y buena salud de venenos en Asturias: pirotecnia lingüística y maquillaje mediático. Pero más obsceno que lo ya dicho es pisotear, literalmente, los nidos de los que se arrancan, también literalmente, huevos o un pollito si se tercia. La faena queda rematada soltando a dos aves, «Leoncia» y «Deva», que más que aves son, con todo el respeto, conejillos de indias. Todo en nombre de un proyecto y de una política de conservación de quien por el forrico se pasa a todos, quebrantahuesos incluidos, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.
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