El nuevo modelo de gestión bancaria
Hubo un tiempo en el que las entidades bancarias se preocupaban por ofrecer un buen servicio a sus clientes.
Hubo un tiempo en el que la atención era cercana y el trato educado y amable.
Hubo un tiempo en el que gestionaban nuestro dinero, con ánimo de lucro, sí, para eso fueron creadas, pero sin caer en la usura y el engaño.
Pero este tiempo se acabó, en el nuevo modelo de gestión bancaria, el cliente tiene el mismo peso que un cero izquierda, su opinión no cuenta, tampoco sus circunstancias, es un mero objeto al que exprimir. Y cuando esté seco, cuando no quede ni una gota en su interior, a la basura.
La atención personalizada es prácticamente una quimera, y ya no hay posibilidad de hacer ningún tipo de gestión sin cita previa, largas colas y tiempos de espera desproporcionados. Por supuesto, todo ello bajo pago, porque han implementado un sistema en el que cualquier servicio conlleva la consiguiente comisión.
Y que nadie sea tan iluso como para creer que todo este alud de cambios ha ido en beneficio de las y los trabajadores del sector. No, no, nada de eso, a sus empleados los están sustituyendo por máquinas, que la destrucción de empleo va implícita en sus nuevas formas de entender y ejecutar el “negocio”.
¿Qué es lo único que no ha cambiado? Sus beneficios, esos, como los salarios de sus “ejecutivos”, siguen siendo multimillonarios.
Es el mercado, amigos, el mismo mercado del que se valieron para robarnos dos veces, la primera con su brillante gestión y la segunda con su rescate.
No podemos ni debemos consentir que este expolio a nuestros derechos y a nuestro dinero continúe ni un solo minuto más.
El objetivo es claro, necesitamos con urgencia una banca pública y decente y nadie va a traérnosla al sofá de casa, será necesario movilizarse. La historia nos ha demostrado que esa es la única vía, ya que lo poco que tenemos, que nadie lo olvide, lo hemos conseguido así.
Cómo puede ser posible que la banca dirija nuestras vidas, cuánto debes gastar (con la tarjeta), con quién debes hacer un seguro, hacer una inversión en un fondo que ellos decidan y así hasta acabar con la paciencia de cualquiera. ¿Dónde están los políticos, que son ellos quienes deben mirar por nuestros intereses? No vale decir que son entidades privadas porque en el momento que la pensión, recibos de luz, agua, teléfono son de obligado pago en cualquier oficina es ya cuestión del sistema (Gobierno). ¡Basta ya!
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