Cutrez y zafiedad en los platós
El aspecto descuidado de muchos participantes en diferentes programas de televisión roza los límites del buen gusto. Algunos habituales de las tertulias deben de pensar que están en su casa y no se toman la más mínima molestia en estar presentables. A veces parece que llegan al plató directamente de hacer gimnasia y que no han tenido tiempo de ducharse ni de quitarse el chándal.
Y si a esta costumbre le sumamos la "moda de las zapatillas", que ha desterrado el zapato tradicional, el nivel estético deja mucho que desear. No creo que se tenga que ir a trabajar a la televisión "de punta en blanco", pero no estaría de más cuidar una imagen que se está devaluando a pasos agigantados, tanto por la indumentaria como por los modales de unos y de otros, de las discusiones subidas de tono, y de los improperios que se lanzan a "diestro y siniestro".
Me dirán, con razón, que nadie me obliga a ver la tele, pero me entretiene a pesar de todo.
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