Prejuicios, injusticias y jurisprudencia con la violencia
Titula Europa Press: “La mujer hallada muerta en Motril (Granada) falleció por causas naturales y su pareja será puesta en libertad a la mayor brevedad posible”.
Para que se den una idea de la crueldad de lo anterior: su mujer muere de un infarto y él se pasa la noche detenido y con todos los medios acusándolo de asesinato. Y aquí nadie tiene cojones de entonar el mea culpa. Joder, se muere una mujer (de muerte natural) y antes de comprobar nada, ¿ya estaba detenido el marido? ¿Pero esto qué es? ¿Acaso es lo que pretendía la Irene Montero y su grupo misándrico, hacer culpable al hombre por el mero hecho de serlo? Lo veníamos avisando, por las barbaridades que cometan una minoría de energúmenos no pueden marcar a fuego al resto de hombres llamándolo violencia de género. El culpable siempre es el que comete los hechos, no la etnia, la raza, ideología, género... Al culpable, aplicarle la ley con toda su crudeza, pero no ir señalando al resto. Siempre es preferible que cien culpables anden sueltos a que un solo inocente pague por algo que no ha hecho.
Esto es lo que han conseguido Irene Montero, Belarra y compañía, imberbes que no saben nada de la vida, que no han dado un palo al agua en su vida y son ministras decidiendo y distorsionando realidades, legislando en caliente y marcando a fuego a los hombres.
Otro medio: “Juana Rivas sale de prisión y cumplirá condena en su casa con control telemático”. Con un Gobierno así, convertirán en jurisprudencia el secuestrar y apartar los hijos de los padres por parte de las madres. Al tiempo.
Otro: Francia pide su absolución. El infierno de Valérie Bacot: se enfrenta a cadena perpetua por asesinar a su violador. Me pregunto: ¿hay razones para matar? Si las hay, cuidadito, estamos entrando en lugar pantanoso, creo que, en este caso, si así fueron las cosas, no merecería otra cosa semejante energúmeno. Pero vemos a abogadas de izquierda no poner un pero de presunción de inocencia en este y otros casos, y sí culpar de inmediato si el asesino es el hombre. Cuando es un hombre, es un asesino; cuando es una mujer, defensa propia: hipocresía total.
En temas de violencia vicaria, también están usando su misandria, no tengo el dato, ni quiero saberlo, no quiero participar en este juego macabro de contar niños muertos y quién los mató. Pero sí recordamos múltiples madres que hicieron lo mismo que estos canallas masculinos.
Para tratar de resolver la violencia vicaria, la violencia entre parejas (aquí sí, más casos donde la víctima es mujer), el Gobierno debe nombrar un grupo de expertos maduros (psicólogos, psiquiatras, criminólogos, forenses...) y hacer un estudio a fondo, tratar de encontrar la raíz de tanta bestialidad humana entre personas que se amaron y tienen hijos en común, resolver lo posible, sabiendo en todo momento que la mente distorsionada, las adicciones, los rencores, el odio, egoísmos y la maldad se escapan muchas veces de uno mismo, del entorno y, por supuesto, de lo asimilable por mente sana. Pero lo que jamás se puede hacer es dejar en manos de Irene Montero y Belarra un tema de tanta conmoción social y tan grave.
¿Qué pretenden decir con eso de preparar jueces y abogados en temas de violencia de género? Los jueves estudian una larga carrera para saber aplicar la ley y discernir en todo momento con ¡pruebas! la inocencia o la culpabilidad de los implicados. Pero me temo que lo que ustedes pretenden es adoctrinar y teledirigir una discriminación ante la justicia. La ley jamás puede diferenciar, discriminar o favorecer por ninguna razón a nadie, solo hacer pagar al culpable. Jamás el inocente debe tener que pasar por el trago de sentirse socialmente señalado por una justicia carente de sentido y manipulada por imberbes.
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