La prudencia de Nadal
Es posible que Rafa hubiera pensado en la retirada después haber ganado su decimocuarto Roland Garros y de haberse convertido, con 21 Grand Slam, en el jugador más laureado del tenis mundial, una marca que no será batida jamás, se convertiría en el jugador con más triunfos de Gran Slam, pero al ser derrotado por Djokovic en las semifinales de París sus planes se han truncado, lo que le ha obligado a cambiar de estrategia y a corto y medio plazo.
De momento ha renunciado a participar en Wimbledon y en los Juegos Olímpicos de Tokio, y no se da por hecho ninguna otra participación en la presente temporada, aunque se especula con que su "reaparición" se produzca en el Open Usa de septiembre, si es que no decide hacerlo antes en Montreal o en Cincinnati.
Parece bastante lógico que el tenista mallorquín haya decidido darse un respiro y descansar un tiempo, pero conociendo su carácter competitivo, su sabiduría, su ansia de triunfos y la dificultad de llegar a las rondas finales en otras superficies que no sea la tierra batida, seguro que se quiere preparar a conciencia para la temporada de tierra del próximo año y llegar de nuevo a París con posibilidades de hacerse con el triunfo. Ese, supongo, será su particular reto y lo que podría ser un magnífico broche a su espectacular carrera.
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