Duele Nicaragua
Una semana cumplen ya de prisión antiguas comandantas de la revoluición nica.
Ay... Nicaragua-Nicaragüita.
La comandanta de la Revolución Mónica Baltodano, que había estado en Xixón presentando los cuatro tomos de "Memorias de la lucha sandinista", y a la que nadie podrá acusar de situarse a la derecha, sino todo lo contrario, ha dicho esta semana:
"Repudiamos las acciones represivas del régimen Ortega-Murillo y las capturas de los más de 130 presos políticos, ciudadanos a los que se les inventan los más absurdos delitos, solo porque piensan diferente. Libertad para Dora María Téllez y Hugo Torres, libertad para todos los presos políticos!".
La hija de Mónica y de Julio López (el responsable del FSLN de recibir a las numerosas brigadas que llegaron a Nicaragua en los 80 a apoyar el proceso revolucionario), la abogada especializada en cambio climático y derecho ambiental que durante los últimos años ha ejercido como asesora legal del Movimiento Campesino, Mónica López Baltodano, tuvo que exiliarse junto a otros 100.000 nicas.
El Centro Nicaragüense de DD HH, CENIDH, que preside doña Vilma Núñez Escorcia (quien en su día se atrevió a competir por la secretaria general del FSLN):
"Condena la brutal escalada de represión y persecución contra líderes sociales y políticos. Es evidente que el régimen Ortega Murillo (ORMU) pretende mantenerse en el poder a costa de terror y violentando los DD HH de las y los nicaragüenses."
Increíble pero cierto: Comparando cifras, si la equidistancia fuera posible, ni en tiempos de los Somoza había tanta desfachatez en la detención de críticos y/o opositoras.
Primero reprimieron en abril de 2018 a diestro y siniestro con saldo de varios centenares de muertos, y centenares de presos y presas.
Luego se cargaron a las asociaciones de DD HH que defienden derechos y secuestraron sus sedes. Cancelaron las personerías del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas; la organización Hagamos Democracia; el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh); la Fundación del Río; el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade); el Centro de Investigación de la Comunicación (Cinco); la Fundación Popol Na, y y el Instituto de Liderazgo de las Segovias.
Después acabaron con los escasos medios de comunicación que lo contaban, ocupando sus locales sin licencias y echando a los periodistas a la calle, o el caso de El Nuevo Diario, hundiéndole económicamente tras 40 años de periodismo. 20 medios fueron cerrados.
Luego "legislaron" las normas (ley Guillotina) para seguir apretando a toda persona o colectivo que osara manifestarse (aunque fuera con la simple bandera de Nicaragua), y prepararon las aberrantes normas para seguir apaleando la a democracia conquistada con tanta sangre.
Ahora se llevan también a una de las comandantas más relevantes de la revolución y exministra de Salud, a uno de los guerrilleros heroicos que sacó de la cárcel a Ortega, al que fuera vicecanciller de la República en revolución, y contrincante de Ortega a la secretaria general del FSLN, y a destacadas luchadoras feministas.
A todas, a todos, los metieron en el Chipote, el lugar de las torturas de Somoza, reconvertido en el vertedero de la inmoralidad actual.
Dora María Téllez Argüello, comandanta de la revolución, ministra de Salud en la RPS, fue secuestrada el domingo por la policía de Ortega-Murillo.
Víctor Hugo Tinoco, sociólogo de 68 años, que fuera vicecanciller en el gobierno sandinista, era secuestrado en la casa de sus hijas por la policía de Ortega.
El general Hugo Torres Jiménez, guerrillero que en su día había participado en el asalto a la casa del ministro de Somoza Chema Castillo para liberar a los presos políticos, entre ellos Daniel Ortega, fue detenido también el domingo.
Suyen Barahona, que ya había sufrido la represión orteguista en 2018, ha vuelto a ser detenida.
Ana Margarita Vigil Gurdián, abogada, cientista política, activista y defensora de derechos humanos, apresada este domingo.
Los precandidatos presidenciales Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, detenidos.
Los dirigentes opositores José Adán Aguerri, José Pallais, Violeta Granera y Tamara Dávila Rivas. A la cárcel.
La precandidata presidencial Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, hermana del que fuera director de Barricada, e hija de Pedro Chamorro, asesinado por Somoza, presa desde el 2 de junio.
Ortega y Murillo también tienen en las cárceles a otras tres presas políticas. María Esperanza Sánchez, de 52 años, originaria de Matagalpa; Karla Vanessa Escobar Maldonado, de 38 años, y Julia Christina Hernández Arévalo, de 32 años, las dos de Masaya. Las tres fueron participantes activas de las protestas de abril de 2018, cuando en un intento de aterrorizar a la población civil que se manifestaba contra su gobierno, se desató una masacre que acabó con la vida de al menos 328 personas, según los datos del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI).
Mientras estos hechos represivos se producían en Managua, en Rosita, triángulo minero, 300 campesinas/os empezaron a ser desalojadas/os a instancias de una empresa minera china, la China Santa Rita Mining S. A., a la que policía y ejército protegen, desconociendo los derechos y acuerdos firmados con la Alcaldía por parte de los pobladores nicas.
¿De veras quieren hacer creer que Ortega y Chayo, presidente y vicepresidenta, esposo y esposa, (y los hijos controlando todos los poderes mediáticos) defienden la soberanía, o más bien la pervirtieron y traicionaron hasta lo infinito?.
¿De verdad hay que seguir mirando desde el progresismo español para otro lado, y buscarse excusas amañadas de supuesto ataques imperialistas a un gobierno que fraguó todas sus alianzas con el empresariado y los sectores más retrógrados de la iglesia, evangélicos, y cardenal Obando?
Como es sabido, fueron los COSAL, comités de solidaridad con América Latina, quienes nacieron al calor de la RPS y organizaron miles de actividades, incluidas brigadas al terreno, durante la agresión yanqui a la Nicaragua de los años ochenta.
No, el verdadero antiimperialismo debe propiciar la sanación, en lugares como Nicaragua, cooptada por una familia que pactó con el imperialismo y chupó con avaricia de los aportes del internacionalismo solidario.
La deriva autoritaria, represiva y tragicómica de la actual pareja presidencial, solamente nos muestra una aberrante acumulación de poder personal, que avergüenza al histórico sandinismo.
Es desde las propias filas del sandinismo de donde debiera establecerse con urgencia la renovación y adecentamiento de las autoridades nicaragüenses, actualmente en situación de perversa y peligrosa caricatura.
Libertad para todas/os las presas/os políticos en Nicaragua.
Sandino vive, y la lucha debe seguir, en la defensa de la vida.
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