Bienvenido, Miss. Europa
El otro día vimos al presidente Sánchez recibir el visto bueno de los fondos europeos, "el maná, el Marshall europeo", y claro, con la que está cayendo y caerá, el presidente ha mandado salir a sus ministros a anunciar la buena nueva, por las diferentes autonomías del reino. Hasta aquí ha llegado la señora Reyes Maroto, ministra de Industria y Comercio: "La industria tiene que pensar a lo grande y ser ambiciosa", pero cuidado, los fondos los reparte el Gobierno y "no se repartirán por cuotas regionales", es curioso el matiz, no habla de autonomías, sino de regiones, no vaya a ser que la gente piense en las históricas.
En Asturias, como supongo en el resto de España, somos expertos en enterrar miles de millones de subvenciones del plan minero, tenemos centros de interpretación de todo del urogallo, del queso, etcétera, autopistas menos transitadas, muelle en dique seco... industrias que se crean con el fin de dar trabajo, se fundan, dan trabajo a 100 o 200 trabajadores durante unos meses y desaparecen (con la subvención, claro está).
Esto es extrapolable, lógicamente, por ejemplo, al famoso "plan E" de Zapatero, creado para incentivar la economía, y sí que la activó, todo pueblo tiene sus rotondas, piscinas para pueblos de 1.000 habitantes, aeropuertos, que los vamos a utilizar para probar coches, pues aviones no tienen, etcétera.
Y lo más importante, aunque son ayudas unas y deudas otras, dadas por Europa para los españoles: será el partido en el Gobierno el que los repartirá, pensemos cómo lo hará, pues en función de las necesidades no económicas, sino de voto, por lo que no nos extrañemos que País Vasco y Cataluña sean las que tengan las propuestas más importantes y ambiciosas, que para el dinero son más españoles que los Reyes Católicos, ellos recibirán el dinero y nosotros la deuda.
Mientras sea el Gobierno el que conceda el dinero y no haya ningún tipo de control por encima de este, el resultado salta a la vista.
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