Tenemos que erradicar la violencia
Toda violencia es detestable y condenable, es más, debemos perseguirla y que nadie que agreda quede impune, sepan que no será regalado ir de machito o energúmeno por la vida.
Las administraciones deben hacer más por erradicar la inseguridad sobre los más débiles. No podemos seguir mirando para otro lado, la violencia parte de la educación, se empieza en casa, en los colegios, ahora más problemas; se les quitó la autoridad a los profesores, ya no pueden reprender y castigar, ya que los niños saldrían traumatizados según quien sacó de la chistera aquella ley de protección del menor.
Se les consintió todo, en vez de traumatizados (ninguno salió traumatizado con recibir los castigos de aquellos buenos maestros de antes) menos lo saldrán con una regañina, castigo o nalgada. Ahora los traumatizados son los adultos, educaron perfectos energúmenos dispuesto a pegar y agredir a padres, profesores, mujeres, compañeros... ¡Ya! Debemos ponerle freno.
El pasado fin de semana en Oviedo, en otros lugares en otro momento, terminaron a palos en un partido de fútbol de juveniles. Es condenable en todo momento, pero en el deporte debería ser doble castigo, por supuesto fuerte multa y la inhabilitación para jugadores, entrenadores, directivos y aficionados que lleguen a provocar y participar en la violencia en los campos donde debe prevalecer ante todo la deportividad.
Debemos sacar una ley donde padres, profesores y sociedad tenga autoridad y potestad sobre los renacuajos a educar, poder reprenderles, denunciarles y castigarles. Lo contrario es cosechar machitos sin domar que se creerán con derecho a demostrarse a sí mismos que son lo que vemos, perfectos mastuerzos.
Debemos empezar a erradicar las violencias, empezando por la educación: escuela y casa. No hay otra, luego nos arrepentiremos sin posibilidad de regresar al pasado.
Todo queda reflejado en la actualidad en la existencia de muchos más gimnasios para potenciar los musculitos que librerías o academias para potenciar la mente.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

