Selección y seleccionador
Todos quisiéramos ser positivos, en el futbol (como en la vida) nada está escrito de antemano, pero, ¡ojalá me equivoque!, a España le quedan dos partidos en esta Eurocopa. Pudiera llegar a semifinales con suerte, pero creo se quedará en cuartos.
Hay selecciones más trabajadas, conjuntadas y con mejores jugadores, Francia, Alemania, Bélgica, Italia... más alguna sorpresa que siempre ocurre, pero jamás España sin un milagro puede ser campeona.
Luis Enrique se encargó de elegir jugadores (muchos hasta desconocidos por los aficionados) que no son titulares indiscutibles en su equipo allá en ligas fuera de España; por el contrario, no llevó, o no coloca de titular a quienes todos pensamos deberían estar. No están ni conjuntados ni en su mejor momento, a un campeonato no se va a hacer ensayos. Poner a Marcos Llorente de lateral es perder un jugador tremendo de presión, recuperación y muy ofensivo del centro del campo para arriba; desde el 14 de junio de 2020, Llorente ha anotado 14 goles y ha dado 15 asistencias de gol. Lo que es lo mismo, participó en 29 tantos de su equipo, el Atlético de Madrid. ¿Entienden que el seleccionador le coloque de lateral?
Si a eso añadimos un seleccionador sobrecargado de autoestima, un ególatra en toda regla, la sensación de desapego para con esta selección es de las peores en todos los tiempos. Creo que jamás los aficionados han tenido ese sentimiento de importarles un pimiento el perder, culparían a Luis Enrique y eso les aliviaría la derrota.
Un error que pudo costar no pasar de la primera fase fue no llevar ningún jugador de la ciudad donde se jugaban esos tres partidos primeros, para animar a la afición, es que además (Navas y Canales) los usó en la fase de clasificación para la Eurocopa. Qué decir de jugadores que todos tenemos en mente (menos que otras veces) del Real Madrid, alguno debiera estar, también los usó y ninguno de los que lleva son mejores que ellos (Nacho, Asensio, Isco, Lucas V. e incluso Sergio Ramos, lesionado, por lo que representa). Son jugadores que valen para el Madrid, y este seleccionador los rechaza para llevar a otros medios desconocidos, no mejores que ellos en nada. Pero no, la figura es él. Quiere ser él. Un entrenador no gana partidos, pero los puede perder. Este es el caso.
Claro que llegan los partidos y los aficionados vemos a la selección, les encantaría verla pasar a la final, pero no se lo cree ninguno, como jamás había ocurrido en la historia.
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