Embajada Cívica Cubana
EMBAJADA CÍVICA CUBANA
Representando parte de la sociedad civil cubana.
“Es criminal quien sonríe al crimen, quien lo ve y no lo ataca, quien se sienta a su mesa, quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado, quienes reciben de él el permiso de vivir”
José Martí
PONER CARGO JUNTO AL NOMBRE
Al régimen dictatorial de Cuba, Departamento de la Seguridad del Estado y demás entidades hacedoras de acciones represoras en contra de la sociedad civil cubana,
Nos dirigimos directamente a quienes sabemos responsables de los hechos demostrados de abuso de poder, represión e injusticias hacia la sociedad civil cubana, llámense Gobierno, DTI, DSE, PNR, CI y demás aparatos represores, con la intención de hacerles saber que nos oponemos y denunciamos los hechos siguientes:
Amenazas recibidas mediante llamadas telefónicas, ataques físicos, cibernéticos, ataques terroristas a las casas, imposición de multas sin base justificable de delito alguno cometido, detenciones, interrogatorios y encarcelamientos. Todo ello avalado en leyes arbitrarias que responden a un sistema legal corrupto e inaceptable que pisotea todos los derechos humanos inalienables que tienen cada una de las personas que componen la sociedad civil cubana, estas leyes que solo responden a un Partido Político, PCC, que se dedica a reprimir al pueblo de Cuba y a robarle económicamente, para continuar en el poder.
La Embajada Cívica Cubana está recibiendo ataques que no nos sorprenden de manera alguna porque ya conocemos de antemano el funcionamiento del régimen. Además, los que integramos este proyecto civil lo hacemos conscientes de la trascendencia y de la implicación que conlleva. Nos rige la moralidad, el amor a Cuba, el deseo de que la sociedad civil sea libre y pueda ejercer sus derechos. Conocemos las consecuencias de emprender esta labor de denuncia al régimen que hacemos mediante investigación rigurosa y profunda, sabemos que puede haber momentos tensos y peligrosos. Pero, aun así, lo realizamos, y no porque seamos valientes, sino porque impera la necesidad de alzar nuestra voz en contra de la situación tan delicada que se vive en nuestra isla. Pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados cuando se nos ataque de esta manera tan vil, como no nos hemos callado nunca ante ningún ataque a otros grupos opositores, porque todos somos parte de esta sociedad cubana y nos apoyamos por mucha campaña de desunión que hagan ustedes.
En los últimos días, algunos embajadores en la isla -porque sí, en Cuba se ejerce el civismo, se defienden los derechos cívicos de nuestra sociedad y se trabaja incluso con todo lo que implica- han sido atacados y reprimidos por el régimen. Es el caso de Marisol Peña Cobas y José Luis Acosta Cortellan en Camagüey, quienes sufren a diario vigilancia, llamadas de un tal Arístides que amenaza a las hijas de Marisol. Han sufrido vandalismo en su casa estando su hija menor de 6 años dentro, amenazas en las redes, multas injustificadas y, por supuesto, detenciones y encarcelamiento en otras ocasiones. Eloy Colunga, padre de una niña, en Santiago de Cuba, quien tiene vigilancia diaria de represores de la SE en su calle y sufre amenazas directas. Dairis González Ravelo, en Ciego de Ávila, que es vigilada las 24 horas, amenazada, detenida y recientemente aislada en un centro de aislamiento por COVID-19. En cuyo centro de Morón se le negó el acceso a la comida que le llevó su esposo, y no fue hasta que ejercimos denuncias sobre su estado que se le permitió recibir esta y además volver a su casa. El caso más grave es el de Ramón Pérez Conde, quien está actualmente encarcelado en la prisión del Combinado del Este sin haber pasado por ningún proceso legal. Incomunicado y sin derecho a cualquier ayuda legal imparcial puesto que es conocido que el sistema legal en Cuba responde al régimen. Ramón Pérez, conocido por Moncho, sufrió varias detenciones anteriores y amenazas directas de parte del coronel Camilo por ejercer su derecho de expresión y reunión, se le impuso una multa de 2.000 pesos, con la falsa justificación de propagación de epidemias sin prueba alguna. De todos es sabido que ustedes permiten la propagación en las colas, autobuses y en los mismos centros de aislamiento donde conviven las diferentes cepas. Además de ser conocido que en las cárceles cubanas se convive con el COVID-19 de manera natural y las infecciones son cada vez más comunes, así como las muertes no reportadas ni contabilizadas por esta enfermedad. Llegando incluso a exponer de manera intencionada a encarcelados sanos con otros infectados con el único fin de provocar la transmisión de la enfermedad.
Es por esto que les hacemos responsables de lo que le suceda viniendo de forma directa o indirecta de parte del régimen a todos y cada uno de los embajadores cívicos que viven en Cuba y a sus familiares. Esta denuncia no se quedará en una carta, será llevada a todos los rincones posibles a las más altas esferas y será conocida por todo el que tenga acceso a radio, televisión, internet, prensa y redes. De eso pueden estar seguros, tenemos los medios, y lo saben bien, de llegar a las más altas esferas. De ahí su rabia, su respuesta violenta hacia los embajadores cívicos en Cuba. Exigimos la liberación inmediata de nuestro embajador y el cese inmediato de las acciones represivas hacia nuestros embajadores y toda la sociedad civil cubana. De lo contrario, que no les quepa la menor duda de que vamos a tomar acciones no violentas, pero sí más contundentes, con respecto a los responsables directos de todo lo antes denunciado. No existe el miedo cuando la injusticia está manifiesta, no existe el límite cuando se reclama con la verdad y la razón en la mano. La Embajada Cívica Cubana no teme al régimen cubano. Eso es un hecho.
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