Los jóvenes disparan los contagios
Se extiende la preocupación en la sociedad por la cantidad de contagios que se están produciendo en la franja de edad entre los 15 y los 30 años. Con la población de más edad ya casi totalmente vacunada, es ahora en los jóvenes en los que se ceba el virus. El bicho tiene campo abonado, porque la pléyade de niñatos y niñatas que se lo toman a broma, como se lo toman a broma casi todo, de irresponsables en reuniones, fiestas, botellones y eventos de todo tipo sin usar mascarillas, sin mantener las distancias y con actitudes de riesgo, es inmensa. Así que ya saben los hosteleros y los empresarios del ocio nocturno a quiénes tienen que echar la culpa si las cifras de la pandemia se disparan hasta el punto que haya que tomar, otra vez, medidas de cierre, como ya está tomando Portugal. Por supuesto, la responsabilidad de esta situación no es solo de los jóvenes, también de sus padres y, sobre todo, de las autoridades y de los gobiernos, que se lo permiten todo. La libertad de Ayuso incluía esto, y la libertad de los que promocionaron las fiestas del Orgullo en Chueca, también. Hay más irresponsables es este país por metro cuadrado que guitarristas en toda Andalucía. Autorizar a que la gente se quitara la mascarilla no fue una buena idea, porque si usted va por la calle verá que la mayoría de las personas mayores, que ya están vacunadas, muy responsable y solidariamente la siguen llevando puesta, pero los jóvenes muy pocos, y ya no digamos en las fiestas y en los botellones. Fue verdaderamente indignante lo que sucedió en el contagio masivo de estudiantes en Mallorca, que acudieron allí para celebrar el fin de curso, pero aún fue mucho más indignante las manifestaciones de sus madres que querían denunciar al Gobierno Balear por “haber secuestrado a sus hijos”. ¿Quién ha pagado el hotel donde has estado confinados? ¿Quién ha pagado el ferry en el que fueron trasladados a Valencia con una cubierta para ellos solos? ¿Quién ha pagado el hospital para los que han tenido que ser ingresados en estado grave? Mamás, bromas, las justas. El Gobierno del Principado de Asturias ha tenido que llamar a un cribado masivo a todos los jóvenes entre 15 y 30 años y ha advertido: “Si la situación se desmadra, el verano será de aquella manera”. Sin duda alguna uno de los mayores errores de los gobiernos de Aznar fue eliminar la mili, eso sí, un error que las izquierdas aplaudieron hasta con las orejas. Algunos que ven los toros detrás de la barrera seguramente no tendrán la misma visión que yo de este asunto, pero, como a mí me ha tocado instruir reclutas, tengo otra perspectiva. A estos niñatos y a estas niñatas (las excepciones, que las hay, confirman la regla) el servicio militar obligatorio les vendría de perlas, en igualdad, por supuesto. Todo un año sujetos/tas a disciplina, a horarios, a hacerse la cama, a limpiarse las botas y a aprender solidaridad y colaboración sería maravilloso. Ellos, sus futuros hijos y el país lo agradecerían. Y para los objetores ahora tenemos la UME, una idea de las pocas buenas que tuvo Zapatero. La insumisión no la contemplo, por supuesto.
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