"Burrocracia", "burrocracia" y "burrocracia"
¿Adónde vamos a parar con este sistema que empapela al ciudadano gris?
Esto ya se está pasando de castaño oscuro, y todo con el fin de que las personas tiren la toalla y se rasquen los bolsillos. La administración, en la mayoría de los casos, se lava las manos y tira la pelota al tejado.
En lo concerniente a mis asuntos personales, llevo esperando más de un año a que me reconozcan un grado de discapacidad, lo que me obstaculiza la gestión de una herencia para mis hijos. Así, la burocracia actúa como un círculo vicioso del que se sale dificultosamente. Son varios los casos en que me vi atropellado por este absurdo sistema, y enumerarlos me haría pecar en más de lo mismo, además de que sería igual que decírselo al muro de los lamentos.
Generar burocracia es absolutamente kafkiano: Asturias es la comunidad autónoma en la que los impuestos son los más elevados de España, y me parece vergonzoso que se empleen en mantener una marea de burocracia que requiere, a su vez, de la contratación de empleados públicos cuyo número asciende a casi sesenta mil para una población del millón de habitantes. Las puertas giratorias giraron, giran y seguirán girando...
Me conmueve pasar por la plaza del Centro Cívico, en Oviedo, y ver a madres con criaturas aguantando el agua y el frío a la espera de que les toque su turno mientras los señores políticos están en su poltrona o asistiendo a algún ágape emitido por la Televisión del Principado de Asturias (TPA), colaborando, así, esta última con el sistema, en lugar de denunciarlo.
Por otra parte, es también indignante que se agarren al sistema organismos privados, y que la cuenta siga aumentando, problema del cual ya se han quejado asociaciones de ganaderos, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), etcétera.
En fin... mucha democracia, pero poca libertad de acción de las personas, y, sobre todo, mucha demagogia de mercadillo y ambigüedades llevadas a cabo por organismos que solo entorpecen gestiones y enchufan a los afiliados del partido político de turno. España parece hoy una dictadura burocrática.
Luis Matías de la Fuente Suárez
Oviedo
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