Vacunados no inmunizados
Una incompatibilidad neuronal entre razonamiento y lógica me lleva a la consulta de mi psiquiatra argentino, quien después del correspondiente rollo con lo de la disonancia cognitiva (tensión por mantener ideas contradictorias o incompatibles) me recomienda evitar a toda costa los deseos autolíticos (suicidas) porque suelen desembocar en actos incompatibles con la vida, como se dice ahora.
Este brote inesperado me lo ha producido la noticia de que los futurólogos en virología pronostican que, para finales de agosto, la variante Delta puede suponer el 90% de los nuevos contagios en Europa (ay, esa lengua, Simón).
Pregunta para el lector: ¿es el timo de todos los timos? Ojo, no valen respuestas sosas o monosilábicas, ni giros del lenguaje inesperados. La cuestión planteada requiere pausada reflexión y larga exposición.
Les llevó tiempo explicarme y convencerme de que no estar vacunado es como si no estuviera vacunado (obvio), lo que conlleva estar en la casilla de salida: uso de la mascarilla, guardar la distancia, PCR, cuarentena...; entonces me vacuno y ya estoy vacunado (obvio), lo que implica ser más responsable y solidario, no usar mascarilla, poder viajar sin impedimentos, incluso alcanzar la Arcadia feliz de la inmunización, sí, señor, estar inmunizado.
Pero resulta que lo de la inmunidad es un cuento chino y, aunque esté vacunado, no estoy inmunizado, por lo que puedo ser contagiado por algún irresponsable que no se ha vacunado, así que nuevamente me convierto en contagiador y puedo transmitir el virus (¿qué virus?) a otras personas; en consecuencia, procede tomar todas las precauciones y volver a la casilla de salida: uso de la mascarilla, guardar la distancia, PCR, cuarentena...
Esta locura explicativa es infumable, lo sé, pero pruebe a aguantar la explicación de ese portento didáctico que es Fernando Simón: “Los jóvenes que dan positivo, mayoritariamente, pasarán la Covid sin problemas, pero pueden contagiar a personas ya vacunadas, pero no inmunizadas, que desarrollen una versión más grave de la enfermedad”.
“Cuanto mayor sea la transmisión entre los grupos de no vacunados, más probabilidades hay de que personas vacunadas no inmunizadas puedan tener algunos cuadros un poco más graves”. A ver cómo se lo explicamos a los damnificados de la LOGSE.
La lógica y la razón empujan en direcciones opuestas, sumiendo al “cefalópodo” vacunable en un laberinto de laberintos, un horror de horrores, una confusión de confusiones.
La lógica me dice que si estoy vacunado estoy inmunizado... soy inmortal al virus.
La razón me dice que no puedo esperar al final de esta “historia interminable” porque a las 16.30 tengo terapia poscovid con mi psiquiatra argentino.
Saludos cordiales.
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