Con Garzón, adiós al chuletón
Aunque el título de esta carta suene a chiste, lo cierto es que desde ayer cuando el ministro de Consumo, Baltasar Garzón, anunciara la recomendación a los españoles de no abusar del consumo de carne roja, es lo más comentado y debatido en todos los medios de comunicación.
Esta mañana, mientras desayunaba, seguí la entrevista que sobre el tema le hacían en TVE. La verdad, no daba crédito a lo que escuchaba. Garzón, sin cortarse un pelo, afirmaba que la recomendación de disminuir el consumo de carne roja entre los españoles “la hacía siguiendo el consejo de la OMS, por una dieta más saludable”. No ponemos en duda que eso no sea cierto, lo que preocupa es si el ministro de Consumo tiene conocimiento de cuantas familias en nuestro país pueden permitirse el lujo de comerse un chuletón, aunque solo sea una vez a la semana. Y continuando con la entrevista, Garzón reconocía haber sido en otros tiempos un buen consumidor de carne, “pero hace años que casi ni la pruebo, hago una dieta más saludable, basada en frutas y verduras”, aseguró ante las cámaras.
Garzón también justificó la recomendación de su departamento “en la necesidad de disminuir los gases de efecto invernadero que se producen en las grandes explotaciones ganaderas, pues nos estamos cargando el planeta”. Y ya, para rizar el rizo del desaguisado mañanero, el periodista que le hacía la entrevista realizó una conexión de urgencia para conocer en directo la opinión del ministro de Agricultura, Luis Planas, quien aseguraba estar enterándose de los planes de Garzón en aquel preciso instante. “A mí no me ha comentado nada sobre ese tema, imagino que lo tendremos que hablar en persona”. Y Garzón, en el plató, intentó salir como pudo del atolladero: “Cada Ministerio tiene su propia autonomía para actuar libremente”, matizaba.
Las reacciones del ministro de Consumo no se hacían esperar, y tanto las redes sociales como el resto de medios de comunicación se han llenado de comentarios para todos los gustos. Desde los sindicatos agrarios asturianos han respondido con contundencia, y aseguran que “esta es la puntilla que nos faltaba para terminar con nosotros”. Uno, que ha sido ganadero buena parte de su vida, comprende y apoya el cabreo y el enfado de nuestros ganaderos. Es intolerable que un ministro de un Gobierno socialista, aunque él sea comunista, haga pública semejante propuesta ante la opinión pública, por las negativas consecuencias económicas que la misma puede suponer para un sector ya muy afectado por la crisis.
Es más, la forma en que esta se ha hecho pone de manifiesto que nos encontramos ante un Gobierno roto y descohesionado, en el que cada uno actúa por libre, y eso no es bueno. Da la sensación que fallan los mecanismos de colaboración mutua que deben de existir entre los diferentes ministerios...
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