La Felguerosa y un excombatiente de la guerra de Angola
En nuestro mundo rural, allerano en este caso, siempre encuentra uno algo nuevo o sorprendente, como nos acaba de ocurrir en un hermoso día de un mes de junio que pronto será historia en el tiempo que todo se lo lleva por delante. Además del encanto y belleza del lugar, que es un pueblín ubicado en plena montaña entre árboles y una profunda vegetación en la que cantan los pájaros. Y las casinas aquí y allá se esconden entre la exuberante vegetación. Aquí la madre naturaleza ha echado el resto generosa y espléndida. Todo se lo merece La Felguerosa, porque sus habitantes –unas 17 familias– son gentes estupendas, amables y hospitalarias, como nos demuestran los que nos acogen y presentan nuestros introductores y queridos amigos Camporro y Alonso.
Que son muy conocidos y apreciados en La Felguerosa, en la que en un hombre se compendia toda esa amabilidad y hospitalidad que son proverbiales y en este pueblín allerano. Se llama Paco, simplemente Paco, y en el atopaízu rincón de una casa, en una terraza con sombrajo, allí diariamente se reúnen y hacen tertulia todos los paisanos del lugar. Y allí también se practica un juego que fue famoso en tiempos pasados y hoy es historia. Nos referimos a la rana, juego que posiblemente no se practique hoy en ningún otro lugar del mundo. Y en La Felguerosa es una gran atracción y entretenimiento en el que los hombres, mañana y tarde, demuestran su habilidad y destreza haciendo tragar a la rana todas las chapas.
Y entre esos vecinos y “ranistas” hemos conocido en casa de Paco a personas muy interesantes, como, por ejemplo, entre otros, el hermano de Esperancina de Caborana, Juan Carlos y Gonzalo, este un excombatiente en la guerra de Angola, en la que luchó con toda clase de armas y le convirtió luego en un experto en armamento. Interesante historia la de Gonzalo, nacido en Portugal, pero sus padres se vinieron a vivir a España, en Asturias, cuando él era muy niño. Y cuando lo de Angola, se alistó voluntario en el Ejército portugués, y pidió ser destinado en Angola, en cuya guerra destacó heroicamente, fue herido y pudo haber hecho carrera en el Ejército portugués. Hoy, Gonzalo, a sus 73 años, con esposa y cuatro hijos, vive apaciblemente en La Felguerosa, como un granjero más. Toda una vida ejemplar, con su pasado guerrero y militar fundido en los recuerdos. Que son muchos y entrañables.
Cuando el turista o visitante cae por La Felguerosa, obligado se le hace ir al atopaízu rincón del atento y hospitalario Paco, siempre en su terraza desde la que domina todo el valle y los pueblos de Moreda y Caborana, además de la montaña que se alza sobre el valle con el pueblo de Boo, casi oculto por el inmenso bosque que tapiza la gran montaña. Impresionante medio rural allerano, que mucho contribuye a embellecer ese Paraíso Natural que es Asturias.
Y La Felguerosa, con Paco y sus vecinos y contertulios, aporta su granito de arena en la belleza y encanto de ese grandioso medio rural que es nuestra bendita tierra asturiana. Así lo dice el cantar: “Bendita tierra donde nací, no puedo, Asturias, vivir sin ti”. Bueno, pues entonces a honrarla y prestigiarla todos, unidos, con la mejor convivencia y solidaridad. Y la paz.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo