Miguel Nuñez en la semana negra en formato de comic.

Se presentaba un cómic sobre Miguel Núñez, y entre quienes adquirieron ejemplares dedicados por el autor estaban el expresidente y el coordinador de las Segovias-Asturias, Carlos Meana y Víctor Cuetos.

Miguel Núñez encabezaba una delegación en 1984 con activistas y empresarios catalanes, a Nicaragua (y por allí estábamos algunos en aquella época de fértil solidaridad). Y decidieron crear una asociación con nombre Las Segovias, tomado de la región norte de Nicaragua. Esa ONG tendría mucho protagonismo en Asturias, propuso el primer consejo municipal, que fue el de Xixón, intervino en la creación de la plataforma y coordinadora de ONGs y dejó huella. Miguel, en el comic aparece en su faceta de antifranquista, de preso político, de diputado, de activista por la Memoria-democrática y el derecho a morir con dignidad.

La última presentación en vida de Miguel Núñez fue en el Club de Prensa de LNE en Oviedo.

El cómic Miguel Núñez, mil vidas más ofrece un relato con guion de Pepe Gálvez y el dibujo de Alfonso López. El cómic recibió el Premio Nacional de Cultura de Cataluña; incluye una presentación y un epílogo del guionista Pepe Gálvez; un prólogo de Carlos Giménez Villarejo, exfiscal jefe de la Audiencia de Barcelona; una unidad didáctica de David F de Arriba; y una guía de lecturas complementarias recomendadas sobre algunos de los momentos históricos que vivió Miguel Núñez, realizada también por Pepe Gálvez.

Internacionalista, latinoamericanista, Miguel Núñez, nacido en Madrid y fallecido en Barcelona, recibía pues un nuevo homenaje en Asturias.

La Guerra Civil española de 1936-1939 y el largo periodo franquista truncaron miles de vidas. Españoles y españolas que tuvieron que marchar al exilio; que perdieron sus empleos; que fueron encerrados injustamente en las viejas cárceles franquistas; o, en el peor de los casos; que perdieron la vida en juicios sumarísimos. El cómic Miguel Núñez, mil vidas más, nos describe la vida de uno de estos españoles que tuvieron que vivir en sus carnes la represión franquista. Un relato cercano y muy realista, que se une a otras grandes obras que han abordado la represión franquista, como Esclavos de Franco o El Violeta.

Miguel nació en el madrileño barrio de Lavapiés en 1920; y falleció en 2008 en su casa de Barcelona. Cuando estalló la Guerra Civil española apenas contaba con 16 años, y tomó partido por el bando republicano. Participó en diversas unidades como miembro de la JSU (Juventudes Socialistas Unificadas); recibió el nombramiento de Comisario Político; y luchó en la batalla de ciudad universitaria.

Cuando terminó la guerra, con 19 años, fue reconocido por un grupo de falangistas, detenido y torturado en Comisaría. Fue la primera vez que sintió en sus carnes la tortura. Y a partir de ahí fue trasladado a distintas cárceles franquistas, y sometido a consejos de guerra. La prisión-convento de Atocha, la prisión de Yeserías, Ocaña o Aranjuez. Fueron años de palizas, encierros, celdas, noches oscuras, de fusilamientos. Pero también fueron años en los que conoció al poeta Miguel Hernández, y en los que curtió su personalidad.

Tras salir de prisión, Miguel Núñez ya no era el mismo. Rápidamente se responsabilizó de la Agrupación Guerrillera de Cataluña, y llevó a cabo diferentes acciones guerrilleras para acabar con el fascismo; siempre desde la clandestinidad. Sus idas y venidas a Francia fueron constantes. También ayudó al paso de guerrilleros por la frontera pirenaica. Y vivió la dualidad de la oposición antifranquista del exilio y del interior. Desde el exilio fantaseaban con el fin del régimen franquista; pero desde dentro el panorama se seguía viendo desolador, y nada esperanzador.

En 1958 volverá a ser detenido en Barcelona y sufrirá de nuevo la tortura y extorsión en la vía Layetana. Y trasladado a la cárcel Modelo de Barcelona, en donde le sometieron a varios consejos de guerra.

Salió de manera definitiva en 1967 y nunca más volvería a la cárcel. Se reincorporó como responsable político del PSUC. Y cuando llegó la transición a la democracia, Miguel Núñez desarrolló su función como Diputado en las Cortes; desde 1978 a 1982. Y colaboró con el desarrollo de América Latina.

En 2008, tras vivir la República, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la transición democrática, Miguel Núñez falleció en su casa de un enfisema pulmonar. Las detenciones, torturas, juicios, consejos de guerra, el exilio o la represión no pudieron con él, pero dejaron en su salud una huella que acabó con su vida. Valores como la solidaridad, el sacrificio, o la lucha por los derechos humanos acompañaron toda su vida a Miguel Núñez.

En la presentación en Xixón (de la edición en castellano y otra en formato mayor en francés), se insistió en la voluntad unitaria de Miguel, su obsesión por construir alianzas amplias para conseguir transformaciones profundas.

Miguel había dejado publicadas y presentadas sus memorias (en 464 páginas), en "La Revolución y el deseo" con prólogo de Manuel Vázquez Montalbán y de Luis Goytisolo y edición de Elena García Sánchez.