España, "gobernada" por la justicia...
Tras la sentencia de TC desautorizando el confinamiento de los ciudadanos decretado por el Gobierno el pasado año para intentar frenar la pandemia del covid, da la impresión de que en España quien gobierna es la justicia y no los representantes del pueblo elegidos en las urnas.
Creo que los españoles aún no hemos asimilado la gravedad y la trascendencia política que esta decisión del TC supone para nuestro sistema democrático.
Si esta situación se hubiese dado en cualquiera de nuestros países vecinos, en estos momentos los ciudadanos estarían manifestándose masivamente en las calles. Sin embargo, en España es más importante saber si nos vamos a poder ir de vacaciones o no. Somos un país de pandereta. ¿Cómo es posible que los “señores” del Constitucional puedan decidir sobre el derecho a la vida de millones de españoles? Sí, querido lector, ha leído bien: “el derecho a la vida”. ¿Acaso la decisión del Gobierno de decretar nuestro confinamiento domiciliario no era para salvaguardar nuestra salud y, por supuesto, en muchos casos, quizá de la propia muerte por el maldito bicho que nos aguardaba en cualquier esquina?
Argumenta el TC que el Gobierno, al decretar nuestro confinamiento, ha vulnerado derechos constitucionales. Señores del TC, ¿para ustedes existe un derecho más importante que el derecho a la vida que tenemos los ciudadanos?
Los españoles de bien, los que pese a todo seguimos creyendo en la democracia, sabemos que en España la justicia es un enorme estercolero. Un estercolero cuyos olores ya nos resultan asfixiantes.
Esta última sentencia del TC ha dejado muy claro que el poder judicial juega sucio, ni siquiera son capaces de disimular sus deseos de terminar con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Esto ha sido “un golpe de Estado”, una bofetada al sistema democrático, ese que algunos partidos como Vox tanto les gusta mencionar. No debemos olvidar que han sido PP-Vox los únicos partidos que habían presentado recurso de inconstitucionalidad ante el TC. Por eso esta sentencia es un balón de oxígeno que les regala el poder judicial a las dos derechitas de este país, un regalo que tiene mucho que ver con la correlación de fuerzas que actualmente tiene este órgano. Todo un vergonzoso despropósito que en medio de una pandemia que aún no está superada, y ante un incierto futuro económico, dibuja un panorama desolador para un país que se pretende gobernar a golpe de sentencias judiciales...
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