Sánchez ya duerme tranquilo
Y se le nota en la mirada y en los andares, se le ve más tranquilo, más relajado, más seguro, más confiado.
Dicen sus allegados que desde la marcha de Pablo Iglesias el Presidente es otro, que llega "al tajo" con otro talante, más sonriente, más cercano. Incluso se permite gastar alguna broma. Dicen también que desde que no tiene a Pablo pisándole los talones es otra persona.
Parece mentira cómo nos pueden hacer cambiar las circunstancias, y Sánchez es un claro ejemplo. Y cómo nos afecta en el día a día dormir bien y llegar descansado al Parlamento, a las ruedas de Prensa, o a cualquier cumbre. Incluso en los pasillos de la Moncloa es otro. Llega a su despacho con la alegría de saber que va a encarar los asuntos del día sin presión, sin tener a nadie que le diga esto o aquello, que le condicione, vamos.
Son muchas, demasiadas razones para pensar que nuestro presidente ya camina por la vida política sin ataduras, y sobre todo sin Pablo, que Pablo es mucho Pablo. Y por eso Pedro ha hecho lo que ha hecho, y ha vuelto a ser el Pedro de siempre, el Pedro de antes, el Pedro de ahora, que, sin Pablo, es otro Pedro. Según dicen quienes dicen conocerle bien, que, cuando duerme tranquilo, Pedro es mucho Pedro.
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