La piel y el precio
No hay noticia de un solo dirigente que no venga a la cosa pública a dejarse la piel. Los ministros y ministras que se acaban de ir ahí dejan sus respectivas pieles decorando los despachos que abandonan. Las que los reemplazan, casi todas mujeres, ya llegan desabrochándose, ofreciendo la suya. Puede haber alguno renuente, con la piel más adherida de lo ordinario. A estos el Presidente los desuella con su mano para que se cumpla la ley de bronce: que del poder nadie sale con la piel.
A Iván Redondo, desollado en vivo, lo tiró por un barranco en cumplimiento de su última voluntad manifestada. Ábalos, que polifacético y versátil se postulaba para Interior o Exteriores, deja su anchurosa piel decorando el Ministerio de Contratas y Fomento; tendrá que conformarse en adelante con la Embajada en Caracas (si se lo permite Zapatero) y probablemente se jubilará como maletero de la dulce Delcy.
Oscar López deja la presidencia de Paradores (195.000 euros) para dirigir el gabinete de Sánchez perdiendo mucho dinero. Es injusto que a López se le recuerde por aquel olvido de "la tercera razón para votar al PSOE". ¿Acaso no es esa razón ignota la que más pesa en el voto socialista? Tal vez si López la hubiese desvelado, tendría un efecto disuasorio. Pedro Sánchez y Óscar López son dos veteranos canteranos reclutados en su día por Pepe Blanco, cazatalentos de fino olfato. Tras tres años en el banco, Óscar salta de nuevo al campo; lo dicho: perdiendo dinero, que es una forma de dejarse la piel.
Para piel la Beatriz Corredor, que, tras dejársela en el Ministerio de la Vivienda con Zapatero, dio con sus huesos en la presidencia de Red Eléctrica Española, donde solo cobra 546.000 euros "brutos" (por decirlo de alguna manera). 399.170 como sueldo por la presidencia, 130.742 como consejera de la empresa, más 16.500 por asistir a las 11 reuniones del Consejo (fuente, "El País Economía"). Nadie mejor situado que la señora Corredor para evaluar el impacto del precio de la electricidad en la "pobreza energética". La propia Corredor cocina con camping gas, tiene desenchufado el lavaplatos y pone la lavadora pasada la medianoche. El aire acondicionado, prohibitivo: Beatriz Corredor solo se refresca "con el ala aleve del leve abanico". Qué oportuno estuvo López olvidando la "tercera razón para votar socialista".
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