Negativa a retirar un nido de velutinas
El pasado día 15 de julio, nos percatamos de la presencia de avispas velutinas en una vivienda unifamiliar habitada por una señora mayor (mi madre) en Santomedero, Latores, localidad dependiente (al menos a la hora de tributar) del Ayuntamiento de Oviedo. Las avispas entran y salen por una abertura entre una teja y la pared situada a unos 3 metros de altura, encima de la puerta principal de la vivienda. Según se recoge en cualquier web dedicada a especies invasoras, como Vespa Velutina Asturias, la expansión de la avispa asiática es un problema que nos afecta a todos, solicitándose la colaboración ciudadana, haciendo especial hincapié en que la identificación de los nidos primarios es importantísima. En consecuencia, contactamos con el 112 y con avisap, y en ambos casos nos comentaron que el problema era competencia de Bomberos Oviedo. Por lo tanto, llamé al 080, y ahí comenzó el esperpento surrealista que relato a continuación:
En primer lugar, me advierten que el servicio de salida se cobra si no se trata de velutinas. Me piden fotos o vídeos que permitan confirmar que se trata de esta especie. Una vez enviado un vídeo y tomas congeladas del mismo, convienen conmigo en que efectivamente se trata de avispa asiática, pero dado que el nido primario no está a la vista, sería necesario romper el tejado para acceder al mismo y poder destruirlo, pero eso debo hacerlo yo. La chica que atendió la llamada me sugiere aplicar un insecticida antivelutina al anochecer. También me propone amablemente que ponga trampas y que mi madre no salga por esa puerta. Me indica, además, que en octubre las avispas abandonarán el nido. Mi madre llama y cuenta el problema a Cruz Roja y la ruta es confluente: de la Cruz Roja al 112 y de ahí al 080. Le dicen que recuerdan el caso e insisten en que no van a hacer nada. Le aconsejan de nuevo aplicar un insecticida al anochecer y no utilizar esa puerta. Una solución digna de un auténtico genio de la lógica, decirle a una señora mayor que se encarame a una escalera para fumigar avispas y que no utilice la puerta principal de acceso a la vivienda.
Llamo de nuevo el sábado día 17 de julio al 080 y, puesto que la chica que me atiende repite una y otra vez que sigue instrucciones del jefe de turno, le pido hablar con el mismo. Es de justicia decir que, al cabo de unos minutos, recibo una llamada de este señor. Me pone por delante que no van a acudir a retirar el nido en tanto en cuanto no está perfectamente localizado y que no se trata de obstinación personalizada hacia este caso (excusatio non petita, accusatio manifesta, decía la locución latina). Yo les digo que basta con retirar una tabla de aproximadamente 1 metro por 30 centímetros de ancho que hace las veces de alero entre las tejas y el soporte inferior, trabajo que no requiere de más de un minuto de tiempo. La contestación es que lo haga yo, y si retirando esa tabla el nido aparece, entonces sí que acudirían a quitarlo. Me argumenta que solo eliminan los nidos accesibles y que están saturados de avistamientos (por cierto, la llamada telefónica duró el tiempo suficiente como para haberse desplazado a Latores, retirar el nido, tomar un café y regresar a la base). Me recuerda el jefe de turno que los bomberos están para emergencias. Si quitar un nido de un árbol en un monte es una emergencia ecológica, quitar un nido de una vivienda con peligro manifiesto para una persona mayor es doble emergencia, ecológica y para la persona. Por último, como alternativa, vuelve a sugerirme que aplique un spray insecticida. Pregunto por qué no lo hacen ellos. Me contesta que los bomberos no están para probatinas. Quizás yo sí estoy para probatinas. Probatinas con riesgo.
Me parece de una gravedad extrema que una persona que probablemente pertenece a alguna de las escalas más altas dentro de los bomberos profesionales, y que está coordinando retiradas de nidos de velutinas (lo que permite presuponer que es experto conocedor del peligro de las mismas), le pida a un ciudadano que actúe por su cuenta. Para empezar, este señor no sabe si puedo ser alérgico al veneno de las avispas (para una persona alérgica, la picadura de una sola velutina puede desencadenar una reacción anafiláctica mortal). En cualquier página de cualquier organismo oficial dedicada a esta especie invasora se describe cómo el aguijón puede llegar a 6 milímetros de longitud, lo que hace que pueda atravesar incluso los trajes de apicultor tradicionales, por lo que se requiere un traje homologado para intervenir. Está recomendado, por tanto, ante un avistamiento, llamar al 012, 112 o equivalente según la comunidad autónoma y mantenerse a una distancia prudencial hasta que el personal cualificado proceda a la retirada del nido. Insisto, pedir a un particular que abra el tejado para identificar el nido, o que utilice un insecticida en la noche, es de una irresponsabilidad supina que compatibiliza muy mal con "Seguridad Ciudadana" y "Protección Civil".
Por último, quiero reseñar que se está publicando en prensa que los bomberos encargados de la parte operativa están trabajando bajo una presión extrema al estar en condiciones de escasez de personal. Para ellos, mi apoyo y admiración por su trabajo. Como sucede tan frecuentemente en este país, la capacidad de los profesionales está para compensar la incompetencia de quien dirige el trabajo o, aún peor, de quien establece las normas.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

