Educación e información veraz
Mis cordiales e indulgentes lectores saben ya que he dedicado la mayor parte de mi larga vida a la Educación y a la Política; esto es, a instruir a los demás (normalmente más jóvenes), y a orientar a mis conciudadanos, tratando de evitar cualquier dogmatismo siempre indeseable.
-¿Qué hace un catedrático, ya quince años jubilado, colaborando con la Prensa?
-Simplemente continuar gratuitamente con mi vocación: Guiar, sugerir, orientar con absoluto respeto a la libre voluntad de los demás; ofrecer criterios razonados y respetar discrepancias: eso es educar. Más aun, creo que educar es “informar en libertad”: proporcionar las noticias necesarias para alertar y documentar la libre opinión de nuestros conciudadanos; aportar datos, precisar descripciones, agregar documentación objetiva contrastada. Informar es comunicar, revelar, publicar. Por ello creo en la relación fraternal de profesores y periodistas. Más aun, reconozco que su tarea es más eficaz que la nuestra, por el mayor efecto multiplicador de los medios de comunicación social (MCS).
Dicho esto con la mayor sinceridad, procede aclarar otros conceptos hoy “en solfa” o discusión:
“Realidad” es lo efectivo o que existe verdaderamente. Por tanto, contrario a lo mágico o fantástico. “Actual”, lo que se vive en el momento presente. “Modernismo”, lo que centra su interés en lo último o reciente. “Progresismo”, la exaltación de un sistema de vida basado en ideas “presuntamente” avanzadas que plantean un transformismo social con tendencia al adelantamiento. Vale. Yo soy científicamente evolucionista, como todo paleontólogo; pero hay que preguntar. ¿Hacia dónde?: ¿ortogénesis o clinogénesis?; es decir: ¿en sentido correcto o equivocado? “Fantasía” es espectáculo, aparición, imagen mental, ensueño, figuración, ficción.
Y con estos conceptos aclarados podemos pasar a otros mucho más importantes:
“Manipulación”: interpretación interesada y sectaria de ideas y hechos, generalmente orientada a obtener beneficios políticos o económicos específicos. Juega gran papel en ella la utilización sesgada o torticera de las palabras, arrimando su acepción semántica (significado concreto) a los objetivos buscados. Es, pues, un manejo demagógico y abusivo de la información pública, silenciándola, condicionándola u orientándola en un sentido concreto. A estos fines contribuye esencialmente la perversión del idioma, a través del abuso semántico al que nos habíamos referido, y es este buen momento para aclarar que: “Idioma” es la lengua “nacional” usada por una sociedad amplia. “”Dialecto” es una modalidad del habla adoptada por los ocupantes de un determinado territorio, que “no ha llegado” a constituir un modelo de “lengua”. Frente al localismo del dialecto, la “lengua” se define como un instrumento que se ha desarrollado en una comunidad amplia y con cultura propia común. Hoy está claro que los dialectos desbordan intereses culturales, con perjuicio de la extensión del idioma nacional. En la misma línea, se puede entender el inaceptable uso y abuso de extranjerismos absolutamente innecesarios que inunda los MCS españoles.
Estimaciones similares merecen los banales tecnicismos que proliferan en la actualidad, sembrados por empresas que buscan publicidad con una notoriedad vacía, tales como:
“Algoritmo”: Término aportado por Mohamed ben Musa para aludir al conjunto de operaciones propias de un cálculo.
“Digitalización”: Información numérica (por dígitos) transmitida por vía electrónica.
“Automatismo”: Ejecución de actos sin participación “directa” de la voluntad, o por respuesta maquinal elaborada.
‘’Telemática”: Técnica que asocia la informática a las telecomunicaciones y medios de información de masas. Frecuentemente unidireccional y que reduce las oportunidades de respuesta, si no se dispone del instrumental adecuado. En ello reside parte de su interés político.
Y ahora dedicaremos algunas palabras a ciertas proyecciones sociales:
“Atención personalizada”: Consideración respecto a los demás. Suministro de información precisa y adecuada. Cortesía. Cumplido. Aplicación concentrada de conocimiento sobre un asunto determinado. Asesoramiento sobre una situación específica. Está hoy absolutamente descuidada, como consecuencia de abusivas reducciones de personal en las empresas. Traerá consecuencias graves en la marcha de los negocios. Prueben ustedes a sentarse a esperar una gestión en una entidad bancaria.
“Mantenimiento”: Alimentación y seguimiento de un proceso. Conservación, sostenimiento y preservación de daños. Grave carencia actual similar a la anterior.
“Asistencia técnica”: Apoyo “presencial”, con aumento de bienestar del receptor de la ayuda. Estamos en las mismas consideraciones.
En el ámbito de las actividades políticas y comerciales se han acusado otros problemas elementales:
“Verborrea”: Palabrería excesiva, charlatanería, demagogia, locuacidad vana que aburre a las piedras. Expresión hueca, altisonante y falaz que no convence a nadie, de la que hay que aconsejar abstenerse.
“Ruedas de prensa”: Reunión de periodistas en torno a un personaje público para hacerle preguntas, escucharle, recabar más precisiones y matizar declaraciones. Desafortunadamente, parece ser una práctica desaparecida. Las consecuencias políticas pueden ser graves, porque está claro que sin información libre y veraz no hay democracia.
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