Y nos subimos al espacio con tus impuestos
El hombre más rico del mundo viajó en su cohete Blue Origin al espacio suborbital en momentos que aquí, en la Tierra, hasta el presidente gringo Biden opta por que se cobren impuestos a los ricos y cuando numerosas personalidades y organizaciones claman por que se les permita a las y los trabajadores de Amazon sindicalizarse.
El multimillonario Jeff Bezos ha recibido abundantes críticas tras su vuelo del 20 de julio, por "agradecerles a trabajadores y clientes de Amazon que pagaron todo esto".
¿Se supone que la ironía del multirrico incluía al alcalde de Siero (que dice inspirarse todos los días en Bobes) y al gobierno astur (que facilitó por encima de normativas la rápida extensión del poderío de Bezos en nuestra tierrina, mientras las empresas locales no logran superar el penoso camino burocrático para establecerse en desigualdad de condiciones)?
Bezos viajó al espacio pocos días después de que otro multimillonario, de Virgin Group, Richard Branson, hiciera un viaje similar en la nave Virgin Galactic.
Se ha dicho que las personas más ricas y más poderosas del mundo están apartando la vista del planeta y están mirando las estrellas.
Que es preciso preguntarnos si deberíamos dedicar tantos recursos a este tipo de "gran visión" de un futuro que tal vez nunca llegue, o si esos enormes recursos debieran estar obligadamente dedicados a evitar las catástrofes del presente. La sequía del río Paraná, los incendios en EE UU y Amazonía y Siberia, las inundaciones en China y Alemania.
Si es lícito o suicida dejar en manos del sector privado el espacio sideral.
Y desde luego que sea a costa de que se explote (#explotaZON, despiden a obreros en Sevilla cuando intentaban crear una sección sindical) a los trabajadores, sin derecho a sindicalizarse, se determine la apropiación multimillonaria de espacios públicos, se sometan nuestras autoridades tan lamentablemente arrodilladas a sus dictados, se siga destruyendo tan flagrantemente la naturaleza, y se desarticulen las pequeñas empresas locales.
Las ironías macabras (única arma si es que las autoridades dejan indefensas a la población) se han vuelto contra el multimillonario con 60Mil firmas que le pedían que no volviera, que se quedara en el espacio.
Seguramente que en tierras sierenses alguien está apesadumbrado por haberse creído el cuento que iba a ser invitado. ¿A viajar junto a su jefe, o a no volver del sideral espacio?
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