Hay que someterse a la justicia si deseamos un sistema justo
En un supermercado en el que, por cierto, las mermeladas son guay, dicen unos cartelillos: “Robar no es buena idea”. Desde luego que no, si lees el que sigue: “Hay cámaras de vigilancia”. Me pregunto si este sistema podría aplicarse al panorama actual en política, en la historia, en educación, o en másteres de esos, en algunas editoriales, en la casa de cada cual, o en cualquier historia para no dormir. El problema es más serio del que parece desprenderse del día a día, ese que no te deja fuerzas para examinarlo todo.
La vida debería ser un camino con cámaras y así cada cual demostraría quién es, y los demás podrían prevenirse porque se le ve venir. Por otro lado, hemos de reconocer que quien se presenta natural, limpio de artimañas, no suele gustar. ¿Por qué?, porque nadie resulta completo para la mayoría ni para la minoría. Sí, tiene que ver con los prejuicios o propaganda, es decir: con la mochila del juicio previo sobre una historia, tradición u opinión, muy a menudo equivocada o simplemente artificial. Pero juzgar es absolutamente necesario en la vida, a no ser que demos la vida por entregada a la corriente del tiempo en el que vivimos, corriente que no sabemos adónde lleva. Juzgar, por otro lado, exige una comprensión del tiempo y de la vida, de los demás y de uno mismo.
Tendríamos que añadir a eso la justicia. ¿La justicia?, sí, existe lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, lo natural y lo antinatural, lo blanco y lo negro, lo ideal y lo indeseable, pero... todo eso es manipulable por la propaganda, de modo que, si quieres ser imparcial, limpio de influencias corruptas, limpio de impuros motivos, absolutamente puro en interés... tendrás que estudiar sobre lo que es justo y lo que no lo es. Hay un medio, yo lo señalo y que cada cual... decida si le interesa: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él”. (Deuteronomio 32:4) Él puede señalarnos los caminos de la justicia.
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