¡Felicidades, Tono!

Toda una vida a tu lado.

Muchas Felicidades, Tono.

En la madrugada del 31/07/1975 llegaste al mundo, fue un acontecimiento feliz, a tu padre y a mí se nos caía la baba mirándote. Por fin ya te teníamos a nuestro lado, pero las expectativas que teníamos para ti poco a poco se fueron tornando grises cuando supimos que tenías una "discapacidad mental". Qué feo suena, cariño, pero en aquellos años la empatía y la delicadeza de algunos médicos brillaba por su ausencia.

Al principio estábamos confusos, pero intentando llevar la situación de la mejor manera posible, con el transcurso del tiempo nos dimos cuenta de que nos tendríamos que enfrentar a muchas vicisitudes, salvar muchos obstáculos y nos dimos cuenta de que la sociedad margina y emplea una condescendencia que para nada nos gustaba.

Desde los 3 años comenzamos con psicólogos, logopedas, psicomotricidad y todo lo que era beneficioso para ti. Bueno, Tono, tantas veces he escrito sobre este tema, tratando de concienciar, de abrir mentes y hacerte visible por medio de mis escritos, que ahora ya quiero dejar en el pasado (pero no olvidado) todo lo que esta sociedad tan egoísta, egocéntrica y carente de humanidad te hizo pasar.

Tono, cuando llegó la hora de escolarizarte todo fueron problemas e inconvenientes, llegando al punto de que te llevaba al colegio y no pasaba ni una hora cuando el conserje, acatando las órdenes dadas desde dirección, te traía de vuelta para casa, con mil excusas peregrinas me despachaban cuando iba a preguntar el porqué de su proceder. Me decían: no es nada personal, es que entretiene a los demás alumnos, pensamos que debería ir a otro colegio, etcétera.

Tanto tu padre como yo hemos luchado todo lo habido y por haber para que, dentro de las limitaciones -no tuyas, sino las que la sociedad te pretendía poner-, no lo consiguieran al menos fácilmente y así Tono comenzó su integración parcial.

Fuiste al colegio, a la piscina, a kárate, a manualidades, a música y teatro, a atletismo, no quedó nada a lo que no te apuntáramos. Con el tiempo fue a Special Olympics y al menos participaste en los eventos según tus posibilidades.

Recuerdo cuando me dijiste que querías hacer la comunión; tu padre y yo habíamos pensando que cuando tu comprendieras más las cosas si querías hacerla siempre estabas a tiempo, porque las decisiones que te conciernen a ti siempre las hay que respetar.

La sorpresa vino cuando me enteré de que el párroco de la parroquia a la que pertenecíamos no estaba por la labor, ya que decía que "estos niños al no saber leer no podían aprender el catecismo y por lo tanto no había comunión".

Sin embargo, otro sacerdote, de otra parroquia vecina y que era un sacerdote de verdad, por su humanidad, por su empatía y tantas virtudes que poseía, me dijo: estos niños son ángeles, son los más puros e inocentes, en ellos no hay maldad, no necesitan saber el catecismo para comulgar y yo os digo que para Tono celebraremos su primera comunión en la ermita de La Luz.

Para ti fue un día muy especial y nos emocionaste a todos porque cuando Gumersindo, que así se llamaba el sacerdote (ya falleció), te dio la comunión, se te llenaron los ojos de lágrimas y el sacerdote, conmovido por tu emoción, nos dijo: Que no me diga nadie que Tono no merecía la comunión, con sus lágrimas ya nos demuestra todo.

Hoy que cumples 46 años; quiero decirte que eres un luchador, que nos das lecciones todos los días y más ahora en tiempos de pandemia adaptándote a las circunstancias difíciles para todos, pero para ti mucho más.

Tono, sentimos mucho que la vida te haya quitado tantas cosas: no tener amigos

la opción de tener o no pareja, el tener descendencia (te encantan los bebés y siempre me dices que te gustaría casarte y tener niñas), el no poder tener toda la autonomía necesaria para defenderte solo en la vida, etcétera, el no poder haber estudiado o tener una Formación Profesional...

Pero, a pesar de todo, eres muy afortunado porque después de tantos años de incomprensiones, palos en las ruedas y tantas vicisitudes pasadas, al final dentro de las posibilidades que hay disfrutas de las clases de música, de los talleres de teatro, eres "Corverano ejemplar", disfrutas con tu padre de las carreras de coches, tienes el cariño de muchas personas, eres muy conocido y ahora ya no eres tan invisible como al principio, sabes que para tu padre y para mí eres lo más importante que tenemos, viéndote a ti feliz nosotros también lo somos, tú eres nuestro motor y quien tira de nosotros para seguir luchando.

Tono, hace un tiempo, en uno de tantos escritos que hago, comentaba que la vida es como un gran trayecto que hacemos en tren y tanto tu padre como yo lo que queremos es acompañarte en este viaje el tiempo máximo posible; que el viaje sea muy largo y con muchas paradas para seguir a tu lado hasta que por ley de vida nos toque apearnos y dejarte seguir el trayecto solo.

Yo siempre pido prórrogas a la vida, pero, claro, hay un límite para cada persona y me temo que las nuestras no tardarán en agotarse; para cuando eso suceda recuerda lo mucho que te queremos y que siempre desde donde quiera que estemos velaremos por ti.

Ahora voy a dejar pedido un regalo para ti y se lo pido a Asuntos Sociales y a las personas que deben velar por tus derechos.

El regalo que pedimos es que el día de mañana te quedes en tu casa, con las personas que te conocen y en tu entorno, donde te desenvuelves bien.

Quiero que no seas un número sin voz ni criterio metido en una residencia hostil y donde una vez que se cierran las puertas pasa a ser lo más parecido a una cárcel (porque habrás perdido tu libertad de elegir lo que quieres, la libertad de tener tu habitación con tus cosas y tus recuerdos y tu intimidad).

Siempre que hemos propuesto que te quedes en tu casa no lo ven factible, el motivo es siempre el dinero... Hay dinero para todo pero para las personas vulnerables no hay.

Es curioso todas las personas que viven gracias a la discapacidad y a las subvenciones que se dan pero no ven factible que tú te quedes en tu casa... Esa casa que cuando tú no la necesites va a quedar para que se haga con ella lo que consideren oportuno.

Se me está ocurriendo otra propuesta: también cabe la posibilidad de que Tono, cuando por edad le toque, vaya al centro de día que se va a hacer en el antiguo centro de salud de Las Vegas y por la noche vaya a dormir a su casa.

Si hay voluntad se puede hacer, no hay excusas que valgan. Bastante ha pasado en su vida para que al final tenga que ir desterrado a un lugar que no conoce...

Los políticos tienen que demostrar con hechos que las personas vulnerables son una de sus prioridades, porque de no ser así, ¿qué nos están contando?

Bueno, Tono, a ver si no nos niegan ese regalo, es algo que no les cuesta nada porque según tengo entendido los derechos ni se compran ni se venden, cuando se niegan a darlos se lucha y se defienden.