El patio está muy revuelto
Los últimos sondeos publicados en la prensa nacional avanzan un progresivo deterioro del voto en el PSOE y consolidan el ascenso del PP, para regocijo de millones de españoles que quieren ver a Sánchez fuera de la Moncloa, de gira con Zapatero.
Falta tiempo y no creo que el socialista pierda unas elecciones con el PP, con este PP, que no gana unas elecciones aunque los contrarios se presenten sin candidato.
En caso de apuro, ahí tiene la mano “amiga” de ERC, que, ante cualquier iniciativa del Gobierno, sale Rufián soltando esos reactivos de “pinta mal” o “es inaceptable”, y ya sabemos que es el toque de corneta para que el Gobierno reaccione, acudiendo presto a satisfacer sus peticiones, sean de la índole que sean.
Con esos mimbres, estos cestos. Sorpresiva y profunda (¿impuesta?) remodelación del Gobierno de Sánchez, coincidiendo con la segunda dosis de la vacuna de este, y ascenso de Nadia Calviño a vicepresidenta primera, mientras Bruselas mantiene, cual Nerón, levantado el dedo ejecutor para, al mínimo traspié en la ejecución del rescate por parte del Presidente, cargárselo directamente y cambiarlo por un Gobierno técnico presidido por Calviño (Casado en la recámara), tipo a lo que se hizo en Italia, con resultados esperanzadores.
Toque protagonista de la nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que lava la cara a su estrenado Ministerio destituyendo, como si fuera una mercancía, al consejero de Renfe Mercancías, político de Torrent (sin la “e” final), Koldo García Izaguirre, fornido asesor, mastodóntico, diría yo, y mano derecha de su antecesor en el cargo, José Luis Ábalos, con quien llegó a ser, ya digo, consejero de Renfe Mercancías; y eso después de haber sido portero de discoteca, que ya es prosperar, aunque, oye, Maduro era conductor de autobuses, y ha llegado él solito a dictador de su república bolivariana.
Bueno, pues mientras Raquel Sánchez se carga a uno, otra ministra, Irene Montero, haciendo gala de galones, nombra como asesora a Laura Gómez, dirigente de Bildu, porque le “sale de los cojones”. Esta frase no es de Irene, conste; el copyright corresponde a la socialista y ministra de Sanidad con Zapatero, la ilustre Leire Pajín, quien, ante las críticas por haber colocado a una amiga para comandar el Plan Nacional sobre Drogas, con un par dijo: “Solo faltaría que la Ministra no pudiera nombrar a quien le salga de los cojones”. Pues eso.
España ha perdido su esencia y es hoy una distopía donde apruebas sin estudiar, cobras sin trabajar, okupas las viviendas sin ser tuyas, te cambias de sexo sin tener edad ni razonamiento, inventamos el tercer género, lo ilegal es progresista, los golpistas son indultados, los terroristas gobiernan, los políticos mienten impunemente... lo dicho, una distopía de país.
El material disponible es más que suficiente para estimular la proverbial agudeza del españolito medio en período estival, azuzado por el maldito virus y sus variantes recurrentes, para fabricar todo tipo de chistes, memes, mofas, befas y dichos jocosos, graciosos, chuscos y hasta malvados.
Los políticos, objeto de esta tormenta burlesca, se ríen condescendientes, mientras, con la cartera llena, ajenos al virus y gesto de suficiencia dedicado a sus vasallos, se van de vacaciones.
Saludos cordiales,
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