Podemos daña la convivencia
Bomberos Toreros: Lo de Podemos con la Belarra al frente vuelven a buscar polémica donde no la hay. Primero eran los circos y cabalgatas con animales, luego las mujeres y las corridas de toros, qué decir del lenguaje inclusivo, "los estúpidos no se equivocan de comportamiento, se equivocan de razonamiento", ahora toca los Bomberos Toreros. Su moralina nos llevará a una sociedad puritana. No se enteran de que cada cual se gana la vida y usa su cuerpo e inteligencia como quiere siempre que no haga daño a nadie o sea obligado a ello.
Ustedes (las y los) de Podemos que no han dado un palo al agua en su vida, y quieren arreglar la vida de los demás. Dejen vivir estúpidos. A veces, a las personas les gusta ser estúpidos, si ello les permite hacer algo que su inteligencia les prohíbe.
Eso pasa por falta de experiencia en la vida, cualquier contratiempo, desgracia o caso lo trasladan a la generalidad, cuando son casos aislados o poco frecuentes entre tanto individuo suelto. O restringimos las libertades cómo así hacen los tiranos y dictadores o tendremos que ir conviviendo con sucesos que a todos nos descomponen y distorsionan nuestra capacidad de asimilar tanta maldad en algunas personas. Para ello solo nos queda aplicar educación, respeto y valores. Mientras tanto, endurecer penas para ese tipo de manadas desenfrenadas, que, precisamente, son fruto de leyes en caliente que en vez de solucionar problemas lo agravaron (ley de violencia de género y ley del menor); la primera dividió la sociedad en buenas y malos sin resultado alguno para lo que pretendía, la segunda potenció la anarquía educativa, restó autoridad a profesores, padres y sociedad adulta; generando unos niños consentidos, educados en la más absoluta indisciplina y sin esfuerzo. No cabía otro resultado: adolescentes estúpidos e irrespetuosos, donde se creen con derechos que no tienen, capaces de ampararse y esconderse entre manadas para violar, agredir e incluso matar. De tanta cobardía acumulada por falta de disciplina, se envalentonan los niñatos, llegando inclusos a atemorizar a sus padres. Los padres les tienen miedo, los profesores pasan (para que meterse en problemas, la ley les ampara) y la sociedad les soporta por estar en el poder partidos como el PSOE de Pedro y el Podemos que son capaces de desvirtuar la convivencia de esa manera.
La idiotez en España está amparada por el artículo 154 de Código Civil desde 2007: el castigo físico está prohibido. Hasta entonces, estaba permitido que los padres “corrigiesen de forma razonable y moderada” a sus niños si era necesario, justificando un cachete como castigo físico leve y aislado. Decían los defensores de esa ley del menor que saldrían traumatizados por un cachete, por castigos razonables y por exigirles esfuerzo y disciplina, ya no hablamos siquiera de valores, que también debieran ir incluidos en esa formación.
Ahí tienen el trauma.
¿Qué más puede ocurrirnos de mal con semejantes políticos?
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