Aquel que se ensalza sin razón merece la humillación
Hay por ahí cierto personaje que me recuerda a Mágic Andreu, ilusionista y humorista, que cada vez que le salía bien un truco se colocaba una medalla. Pero no se parecen en nada, porque Andreu hacía un buen trabajo, nos distraía y entretenía, pero el individuo en cuestión se coloca las medallas sin hacer nada.
La última medalla de oro que se ha colocado reiteradamente, es muy fácil, se sube a su pódium particular y medalla al canto, ha sido por las vacunas y creo que nunca ha sido más merecida, bueno, aunque tenga algunas cosillas en contra:
¿Produjo alguna vacuna? No. ¿Contrató la compra de las vacunas con las multinacionales farmacéuticas? No. Lo hizo la UE. ¿Compró o contrató aparte de la UE alguna vacuna? No. ¿Seleccionó marcas y cantidad de vacunas para que llegasen a España? No. Lo hizo la UE. ¿Distribuyó las vacunas por comunidades? Sí. Con datos de población por edades, es relativamente fácil. ¿Montó el operativo de vacunación? No. Lo hicieron las comunidades. ¿Armó lío con la vacuna AstraZeneca? Claro, está en todos los líos. Prescindió del mejor responsable de sanidad para la pandemia, según su apreciación y criterio, para que se presentase a unas elecciones. Demostró claramente que le importaba bastante más ganar votos, que a la postre no sirvieron para nada, que la salud de los españoles. ¿Puso vacunas? No. Aunque dice que es doctor, con la salud no se puede jugar ni copiar. ¿Se puso la vacuna? Sí.
¿Declaró la alarma del covid cuando se produjo? No. Dejó pasar el 8M por compromiso político con sus socios sin importarle las graves consecuencias. ¿Realizó las compras necesarias y adecuadas de material quirúrgico? No. Fue un desastre. Emplazo a los responsables a que hagan públicos los contratos de compra. Confío en que el Tribunal de Cuentas sí lo haga. Su portavoz dijo que las mascarillas no eran útiles ni necesarias. Claro, no las tenían, luego decretó su obligatoriedad. ¿Fue prudente con los tiempos de covid? No. El verano pasado nos mandó a todos de vacaciones y después ya sabemos lo que pasó. Este verano nos quitó la mascarilla y ya vemos lo que está pasando, menos mal que la mayoría del personal no le hizo el menor caso a este cuentista oportunista. ¿Nos engaña con el número de muertos? Sí. Lo dijo hasta el INE (Instituto Nacional de Estadística). ¿Se merece la medalla de oro que se ha puesto? ¡Aquel que se ensalza sin razón se merece la humillación!
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