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Después de casi año y medio, las actividades más lúdicas han vuelto al verano avilesino. Si bien el año pasado fue posible disfrutar de diversas actuaciones con aforo limitado en La Exposición y el Centro Niemeyer, se echaron en falta las tradicionales barracas, que, sin duda, atraen a un público de casi todas las edades. Pues bien, en el pasado mes de julio, los más pequeños pudieron disfrutar ya de atracciones infantiles en el paseo central del parque de Las Meanas y pueden seguir haciéndolo en el mes de agosto en el parque del Muelle. En Las Meanas y La Exposición, desde la semana pasada, son los jóvenes y adultos los que están accediendo, entre otras diversiones, a una noria de considerables dimensiones. El colectivo de feriantes, que ha padecido de forma especial la inactividad en los largos meses de pandemia, agradece la colaboración del Ayuntamiento avilesino. Por fin ha llegado su momento: por supuesto, nada que objetar. Y en declaraciones a la prensa, la concejala de Cultura solicita la comprensión de los vecinos que puedan sentirse incomodados por el emplazamiento de la feria, aludiendo a la excepcionalidad de las circunstancias que estamos viviendo.
Soy vecina de Avilés desde el año 1987. Más concretamente, mis domicilios han coincidido en estos años en torno a Las Meanas y La Exposición (calles Francisco Orejas, José Cueto, Severo Ochoa). Actualmente, resido en la calle Dr. Graíño. Y puedo afirmar que la presencia de las barracas y la sucesión de actuaciones, festivales, conciertos, verbenas, etcétera, en diferentes épocas de estos treinta años ha venido siendo habitual.
Por otro lado, en LNE del miércoles 11 de agosto se informa de la suspensión de los conciertos programados por la asociación "Ventanilla 69" en la plaza de los Hermanos Orbón: "Una denuncia vecinal por ruido pone fin anticipado a los conciertos", reza el titular.
No cuestiono el derecho al trabajo de unos ni tampoco a la diversión, al entretenimiento o al disfrute de las manifestaciones culturales de los vecinos; yo misma asistiré a algunos de los extraordinarios conciertos de "La Mar de Ruido" del próximo fin de semana, como venía disfrutando de los muy meritorios conciertos del programa "Música en la Plaza". La conciliación de todo ello es tarea bien complicada. Pero se ve que no todos los vecinos ni tampoco todos los trabajadores, músicos y hosteleros podemos ejercer de la misma manera esos derechos, incluido también el derecho al descanso. En la calle Dr. Graíño, desde el pasado mes de julio y hasta finales de agosto, a diario, la "música" que sirve de reclamo a las distintas atracciones hace mucho "ruido", se lo garantizo. Desde las 5 de la tarde a las 10 de la noche de domingo a jueves; hasta las 12 los viernes y sábados.
¡Hasta hemos recuperado "La Booomba"!
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