Afganistán
No me voy a perder hablando de la historia de este país, aunque podríamos sacar útiles conclusiones, solo relataré lo que es imprescindible conocer para entender el desenlace que nos sirven los periódicos y los telediarios estos días: En la primavera del 1978 el socialista Nur Muhammad Taraki se hizo con el poder tras una larga cadena de derrocamientos y golpes de Estado los años anteriores. Estamos hablando de un movimiento en realidad comunista, aunque se evitaba hacer alusiones al marxismo para no crearse más enemigos, un movimiento que había empezado años atrás, cuando en 1965 un grupo de intelectuales fundó el PDP (Partido Democrático del Pueblo), inspirado por el movimiento socialista panárabe que había surgido en otros países musulmanes. Inmediatamente, EE UU y los países occidentales se alinean en contra del nuevo régimen, como, antes o después, hicieron o harían contra todos los regímenes socialistas árabes. Estamos en plena Guerra Fría y la URSS está rodeada de enemigos, pues China, que también lo es, también se pone en contra del nuevo gobierno afgano. Un gobierno comunista en un país islámico no es lo más ortodoxo del mundo, pero también Marx pensaba que la primera revolución socialista sería en un país altamente proletarizado, como Reino Unido, y lo fue en un país de agricultores y siervos. Para sobrevivir, el nuevo gobierno firmó, en diciembre de 1978, un pacto de amistad y cooperación con la URSS que contemplaba que la Unión Soviética podría intervenir militarmente "para proteger el país". Sin embargo, los enemigos también estaban entre los propios revolucionarios y Taraki fue asesinado y sustituido por Halizullah Amín, que respetó el tratado con la URSS, pero al mismo tiempo emprendió una defensa ardiente del Islam que incluía un programa de reparación de mezquitas. Es en este punto de la historia, el crítico, de Afganistán cuando comienza la actividad de una guerrilla islámica en el interior del país apoyada desde el exterior, y ese fue el pretexto para la intervención militar de la URSS en el país, una intervención militar que incluso muchos comunistas occidentales, que no tenían todos los datos, condenaron. Entre esos datos hay que hablar de la creación de Al Qaeda, que se encargaría, entre otras cosas, de reclutar mercenarios en países islámicos "para luchar contra los comunistas" en Afganistán. A nadie odian más los yihadistas que a los comunistas. Uno de los países donde se reclutaron miles de mercenarios fue Argelia. Esos mercenarios volverían años después, cuando la URSS se retiró de Afganistán, con sus largas barbas, sus pantalones bombachos y su cerebro bien lavado ("los afganos", los llamaban en Argelia) y en 1992 crearían el GIA (Grupo Islámico Armado), que asesinaría a decenas de miles de hombres, mujeres y niños en los pueblos y aldeas de Argelia, la mayoría degollados. Amín fue también derrocado y asesinado y los soviéticos impusieron un nuevo presidente, inequívocamente comunista, Babrak Karmal. El nuevo gobierno inició un programa de reformas que eliminó la usura, inició una campaña de alfabetización, eliminó el cultivo del opio, de donde se extrae la heroína, legalizó los sindicatos, estableció un salario mínimo y rebajó hasta en un 30% el precio de los artículos de primera necesidad. En cuanto a los derechos de la mujer, el régimen socialista otorgó el permiso de no usar ni burka ni velo, abolió la dote, promovió la incorporación e integración de las mujeres al trabajo, llegando a alcanzar 245.000 trabajadoras, 80.000 profesoras trabajando en las escuelas y en la campaña de alfabetización y el 40% de los médicos mujeres y se otorgó, por decreto ley, iguales derechos a las mujeres que a los hombres. La guerra de los insurgentes contra el nuevo gobierno y sus aliados soviéticos se incrementó y EE UU armó con material muy sofisticado a los mercenarios para impedir que, en un país tan montañoso, el ejército soviético pudiera tener apoyo aéreo cercano, sobre todos de sus helicópteros (misiles antiaéreos portátiles, "Stinger", por ejemplo) Arabia Saudí ponía el dinero y Pakistán las madrasas (escuelas islámicas). La URSS tenía sus propios problemas internos, los más graves relacionados precisamente con sus repúblicas islámicas centroasiáticas, y no quería que Afganistán se convirtiera en su Vietnam, ambas cosas fueron determinantes para su retirada. El último gobernante comunista fue Mohamaad Najibulá, que había desplazado del poder a Karmal y que sería brutalmente linchado por los yihadistas cuando entraron en Kabul. Afganistán se sumió entonces en un régimen de terror, donde se cortaban manos y se decapitaba en las plazas públicas y donde las mujeres volvieron a tener que llevar el burka, a dejar de trabajar y solo podían ir a la escuela hasta los 10 años, mientras Occidente se relamía con la desintegración de la URSS. ¿Se acuerda usted del 11-S, y de la "operación Libertad Duradera"? ¡Qué sarcasmo!, ya no habría ninguna libertad en Afganistán y lo que fueron a hacer allí los EE UU y sus aliados de la OTAN, provocando centenares de miles de muertos, ha llegado hasta ahora. Los talibán, el monstruo que crearon los irresponsables, toman la capital del país y Afganistán regresa a la Edad Media. Unos cuantos soldados españoles han muerto en aquella guerra para nada.
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