Ánimo, Federer
A pesar de haber cumplido ya 40 años y de tener que pasar nuevamente por el quirófano para reparar su rodilla derecha, Roger no tira la toalla y piensa seguir jugando al tenis en cuanto se recupere. No estará listo para el US Open y hay serias dudas de que pueda disputar el de Australia, el próximo enero, pero si todo sale como se espera, podremos verle de nuevo en las pistas disputando torneos en 2022 y, especialmente, en Wimbledon, al que llegó mermado en 2021 pero aún pudo alcanzar los cuartos de final.
Los aficionados al tenis no querríamos que Federer se retirara nunca para verle seguir jugando eternamente al tenis, porque tiene un estilo, una calidad, una técnica y una elegancia insuperables. Hay muchos y muy buenos jugadores actualmente, pero ninguno se acerca a la estética del suizo.
Se podrá discutir sobre quién debe ocupar el trono del mejor jugador de la historia del tenis en base a los resultados y a los trofeos conquistados, pero no hay quien discuta que ver jugar a Federer ofrece una dimensión más allá del deporte, es como presenciar un espectáculo de danza al que solo le falta la música.
Me encantaría presenciar un partido de Roger acompañado de una orquesta interpretando alguna sinfonía compuesta para la ocasión. Sería una delicia para los sentidos ver al tenista suizo "bailando" al compás de la música, en una cancha repleta de un público silencioso asistiendo a una ceremonia que no me querría perder por nada del mundo.
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