Carta a la alcaldesa de Gijón

No tengo el gusto ni el disgusto de conocerla, alcaldesa. Con las manifestaciones expresadas por usted en las que indica que va a prohibir los toros en Gijón me obliga a escribir esta carta por varios motivos: el primero por mi condición de aficionado a los toros y el segundo porque me veo afectado profesionalmente por sus intenciones.

Tengo que decirle que está equivocada en varios aspectos en este asunto:

1º. Usted, en su condición de alcaldesa, tiene la obligación de fomentar y proteger la Tauromaquia según la Ley18/2013, de 12 de noviembre, la cual en su artículo 3 dice: “En su condición de patrimonio cultural los poderes públicos garantizarán la conservación de la Tauromaquia y promoverán su enriquecimiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 46 de la Constitución”.

Y en el artículo 5 de dicha ley indica: “... es competencia de la Administración General del Estado garantizar la conservación y promoción de la Tauromaquia como patrimonio cultural de todos los españoles, así como tutelar el derecho de todos a su conocimiento, acceso y libre ejercicio en sus diferentes manifestaciones”.

Si su intención es prohibirla, estará haciendo algo ilegal: prevaricar.

2º. Usted dice que “hasta ahora ha hecho caso a la gente que estaba a favor de los toros, pero que ahora les toca a los que están en contra”.

Mire, Gijón no es un negocio ni una propiedad de usted para hacer o deshacer a su antojo. El ir a los toros es un acto totalmente legal y lícito en España y además le recuerdo su obligación de fomentar y proteger la Tauromaquia.

3º. Cuando manifiesta que su decisión viene motivada por el nombre de dos toros que se lidiaron en la feria de Gijón, evidencia un absoluto desconocimiento de la materia y no hay peor cosa que hablar de lo que se desconoce, porque habitualmente siempre se mete la pata.

En las ganaderías de toros de lidia existe la Reata, que es como un libro genealógico del animal. La costumbre ganadera es poner el nombre de la vaca madre a su hija o hijo. Es decir, el toro llamado “Nigeriano”, su madre se llama “Nigeriana”, igual que su abuela, bisabuela, tatarabuela... Cuando, antes de que usted naciera, el ganadero que se le ocurrió ponerle el nombre a una vaca brava de “Nigeriana” o “Feminista”, no lo hizo con la intención perversa con la que usted y los de su índole han interpretado estos nombres, puesto que no existía en aquellos tiempos la problemática de raza o sexo que a ustedes les interesa avivar constantemente. Le vuelvo a recordar su obligación de fomentar y proteger la Tauromaquia.

4º. Se equivoca con su intención también, alcaldesa, al recortar los ingresos que los distintos negocios de Asturias reciben en las fechas que se celebra la feria taurina de Begoña. Son los llamados ingresos indirectos. Somos muchos los aficionados de León, por ejemplo, que cruzamos el Huerna para pasar unos días en Gijón con la excusa de ir a los toros. Comemos en restaurantes, dormimos en hoteles, compramos en comercios, gastamos gasolina en gasolineras o cogemos transportes públicos. La suma de nuestros gastos y la de los aficionados locales son muchos miles de euros que van a parar a las cajas registradoras de esos negocios a los que usted les quiere privar con su decisión ilegal de prohibir los toros, porque le recuerdo que su obligación es la de fomentar y proteger la Tauromaquia.

5º. En sus manifestaciones, señora alcaldesa, se contradice al decir que “cree en una sociedad de integración y de puertas abiertas a todo el mundo”. ¿Dónde están esas puertas abiertas entonces a los taurinos, señora alcaldesa? Con su intención ilegal nos las estaría cerrando en todas las narices. Le recuerdo que su obligación es la de fomentar y proteger la Tauromaquia.

No puede, señora alcaldesa, prohibir los toros en Gijón porque no tiene competencia para ello. Sin intención de entrar en el tema político, puesto que en el momento de llevarles a ustedes, los socialistas, la contraria, ya se es un fascista, solamente apuntarle que estamos los españoles en general, o al menos los que trabajamos y no estamos a la sopa boba de la ayuda social, hasta el gorro de que nos den lecciones morales de lo que está bien o está mal, de adónde debemos ir y no ir. Ustedes, que agarran la bandera de la libertad, les gusta marcar lo que es libertad y lo que no es.

Los toros es algo que va en el ADN de los españoles, gusten o no gusten. Forma parte desde tiempos inmemoriales de nuestra cultura. A nadie pretendemos convencer los taurinos sobre gustos o apetencias. Al que le gusten que vaya y al que no le gusten que no vaya, pero siempre de una forma libre, nunca impuesta.

Usted, que es política, debe preocuparse de que la vida de los ciudadanos de la ciudad que gobierna sea la mejor posible. ¿Si no hay toros en Gijón gana alguien? ¿Algún gijonés le va a ir mejor las cosas? ¿Las fiestas de Begoña van a ser mejores quitando una seña de identidad? (133 años lleva celebrándose la feria taurina). ¿Conoce la cantidad de euros que generan los toros en Gijón y en localidades próximas?

Veinte mil personas en paro en Gijón y una tasa de pobreza del 28% en Asturias, eso es lo que hay que mejorar y de lo que debe preocuparse un político. Olvídense los socialistas de prohibir circos, toros, caza... son muy aburridos.

Céntrense en ayudar al humano. No se van a acabar los problemas de las personas por dejar de cazar, de ir al circo o de asistir a algo tan nuestro como son los toros.

Con las prohibiciones, señora alcaldesa, somos más pobres.