El Ayuntamiento de Oviedo margina a Trubia
En el año 2006, con el dinero de la UE, el Ayuntamiento de Oviedo y Fapas diseñaron tres rutas cicloturísticas en el concejo de Oviedo: la ruta de la Salamandra en Las Caldas, la ruta del Buitre en Siones y la ruta del Oso en Trubia. Se embolsaron las subvenciones, pero nunca se llevaron a cabo labores de mantenimiento de las mismas, por lo que están intransitables en algunos de sus tramos. A los del Ayuntamiento de Oviedo lo único que les interesa es subirse su elevado salario cada legislatura.
La ruta del Oso, concretamente, sube al Sierro, fuente del Refuxal, Las Cuestas, Carandón y Perlavia, bajando por las cascadas del Guanga hasta San Andrés. Pues bien, tiene tramos cerrados y otros por los que, debido a la maleza, se pasa con dificultad, lo que motiva que muchos opten por ir en vehículo hasta Perlavia o San Andrés, dirigirse a las cascadas del Guanga y dar la vuelta.
¿Por qué no inician la ruta en Trubia? Porque desde el Sierro hasta Las Cuestas el camino del Refuxal está lleno de maleza, llegando a un punto en el que es imposible pasar debido a ramas y troncos que cierran el paso, por lo que tienen dos alternativas, o bien saltar prados hasta enlazar con el camino a la altura de la fuente del Refuxal o bien dar media vuelta y coger el camino alternativo que hay antes de la última casa del Sierro y que lleva a Las Cuestas.
¿Cuál es el problema? Tienen que salir a la carretera, en Las Cuestas, que desde su reparación no tiene acera, ni arcén, por lo que los caminantes tienen que subir por el carril descendente, lo que supone un grave riesgo vial, riesgo que se multiplica a la altura del centro social, donde no hay visibilidad al estar entre curvas, y como la carretera tiene una pronunciada pendiente, las bicicletas, motos, coches y camiones bajan a cierta velocidad; al no tener visibilidad, cuando ven a los caminantes que suben por el carril ascendente tienen que pegar un frenazo, o un volantazo, para no atropellarlos.
Siguiendo la ruta, al llegar a Carandón se encuentran el camino cerrado al paso con dos portillas, que, a diferencia de otras portillas que hay en otros caminos, no se pueden abrir, por lo que la alternativa es subir por un estrecho sendero que está resbaladizo la mayor parte del año.
Además de constituir un grave riesgo para la integridad física de quienes realicen la ruta, se está desaprovechando una gran oportunidad para Trubia, puesto que potenciaría la localidad si se estableciese la ruta circular que enlazase la ruta del Oso con la Senda del Oso.
Imagine lo que supondría para la localidad si bajan en el tren a Trubia o en autobús, compran productos para la ruta (bebidas, comidas), puesto que el agua escasea en la misma y no hay donde adquirir comida, realizan la ruta del Oso (Trubia, El Sierro, Las Cuestas, Carandón, Perlavia, cascadas del Guanga, San Andrés) y enlazan con la Senda del Oso, bajando desde San Andrés hasta Trubia para coger el tren o el autobús, y mientras esperan paran a reponer fuerzas en un establecimiento de Trubia. Y en el caso de que sean excursiones escolares o de grupos de senderismo, el autocar quedaría aparcado donde el instituto, por lo que necesariamente tienen que atravesar la localidad.
Esta es una prueba de la desidia del Ayuntamiento de Oviedo respecto a Trubia, donde no hay un centro de día para mayores, donde no hay un plan de prevención de incendios de la masa arbórea que flanquea Trubia. ¿No debería haber en la zona un gran depósito de agua que facilite el riego del terreno? ¿Por qué no se humedece cuando hay un elevado riesgo de incendios? ¿Están los accesos despejados para que lleguen rápidamente los camiones de bomberos?
¿Por qué la Senda del Oso, en lugar de comenzar en Trubia, comienza en otros concejos? ¿Por qué no hay una señalización de la misma, lo que hace que muchos sigan por la carretera?
¿Por qué no hay talleres de empleo para recuperar edificios históricos, como el Palacio, en los que trabajen quienes están percibiendo salarios sociales y ayudas de todo tipo sin hacer nada a cambio por la comunidad? ¿No sería mejor que a cambio trabajasen por la comunidad acondicionando edificios históricos, manteniendo limpios los caminos, llevando a cabo labores de conservación de los bosques... en lugar de vivir parasitariamente de la sopa boba, mantenidos, como los políticos, con el dinero de los contribuyentes? Un saludo.
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