La lesión de Rafa Nadal
El anuncio de que abandona la competición lo que resta de temporada, incluido el US Open, por una lesión en el pie izquierdo, ha caído como un jarro de agua fría a todos los aficionados al tenis, que siempre hemos disfrutado con la presencia y los triunfos de Rafa Nadal en los torneos más importantes del circuito ATP, en los que habitualmente llegaba a las rondas finales, venciendo en muchas de ellas, como atestiguan todos los títulos obtenidos en una de las carreras más brillantes de la historia del tenis de todos los tiempos.
Es duro hacerse a la idea de una ausencia plenamente justificada, que el tenista balear aprovechará para recuperarse y para volver a las pistas a pleno rendimiento, aunque no va a ser tarea fácil porque, según ha manifestado en su comunicado, la lesión que le ha apartado ahora de las pistas la viene arrastrando desde 2005, año en el que ganó su primer Grand Slam y su primer Roland Garros, de los 13 que ha obtenido a lo largo de todos estos años.
Al escuchar a Rafa decir que ha jugado desde 2005 con su lesión en el pie, uno se pregunta hasta dónde habría llegado de haber jugado sin ella. Probablemente no se le habría escapado ningún título del Grand Slam, y tendría un récord eternamente imbatible.
No hay ninguna duda de que Nadal superará este nuevo escollo y de que volverá a los circuitos, con o sin lesión, para competir, para ganar y para culminar su carrera con nuevos triunfos.
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