"La ventana", muy discreta
El pasado 26 de agosto una radio de ámbito nacional emitió dentro de su programación de tarde un reportaje sobre la Ciudad de Vacaciones de Perlora. Estuve invitado y participé con un par de “cortes”, grabados previamente, de apenas unos segundos. También lo hicieron otros dos queridos compañeros de Perlora, César Quintanilla y César Prieto.
Para este reportaje el programa contó con las periodistas asturianas Aitana Castaño y Estela Bango.
Comparar la Ciudad de Vacaciones de Perlora con Marina d'Or es bastante desafortunado. El que lo dice me temo que no ha estado nunca en alguno de los dos espacios vacacionales. De igual manera pienso cuando comparan Perlora con el complejo hotelero que aparece en la película estadounidense “Dirty Dancing”. Habrán visto la película, pero no han visitado Perlora.
La Ciudad de Vacaciones de Perlora fue un espacio vacacional destinado a trabajadores, a gente humilde, sin otro lujo que su privilegiada situación y su entorno natural. Para muchos de estos trabajadores fueron su primeras vacaciones, en turnos de dos semanas, y se las podían permitir gracias a las empresas colaboradoras y también a Educación y Descanso, dependiente de la Organización Sindical Española hasta la muerte de Franco.
Aportan en el reportaje varios datos incorrectos e inconexos que no detallo para no aburrir al lector, pero si alguien los quiere se los facilitaré sin problema. Es una pena, hay muchas fuentes de información en las que sumergirse para conocer la Ciudad de Vacaciones de Perlora, por dentro y por fuera. Les recomendaría leyesen, entre otros, dos libros que se han publicado últimamente, un libro-foto titulado “Yo trabayé en Perlora, lo que queda”, obra de César Prieto, y “Perla de Mar, la gran estafa”, escrito por el que suscribe. Junto con César Quintanilla participamos en el programa, como ya he señalado, pero no han sabido aprovecharse de sus conocimientos sobre la Ciudad de Vacaciones de Perlora.
No me gustó el programa, mas bien me decepcionó. Ya tengo una edad que me permite y autoriza a ser sincero sin ningún tipo de perjuicio.
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