Vuelven los pensamientos semanales, 29 de agosto de 2021
Tras un verano ligeramente diferente de lo normal, llega septiembre. Me hago las siguientes preguntas: ¿qué ha cambiado en nuestras vidas en este tiempo de relax?, ¿va la política un poco mejor?, los que no cobraban ayudas vitales ni ERTE, ¿ya tienen algún dinero que les ayude a vivir algo mejor? Me temo que todo sigue igual, bueno, rectifico, todo sigue mucho peor. Lo más triste es que nadie reacciona porque estamos en nuestra zona de confort y de ahí no nos saca nadie.
¿Por qué casi nadie puede sentir ni ver lo que en breve va a ocurrir? La deuda sigue subiendo a unos niveles astronómicos, cuando se intente hacer algo e intentar contenerla, va a ser demasiado tarde. La deuda pública está en unos niveles nunca vistos desde 1881, si 1881. Esta deuda pública tiene que ver con todas aquellas deudas que un Estado tiene con los particulares y también con otros países. El Estado normalmente crea y emite títulos de valores o bonos.
Eso sí, nuestro flamante presidente ha estado disfrutando de unas ¿merecidas? vacaciones a costa nuestra, él no entra en esa deuda pública que él mismo ha hecho “florecer”. Unos 100.000 euros pagamos los ciudadanos españoles por su estancia en la Mareta y unos 10.000 euros mensuales por la limpieza y mantenimiento, en caso de que se estrese por todo el ¿trabajo? que “hace”, pero sobre todo por el que no ha ni empezado, triste, sí. Este palacio es patrimonio nacional, y este personaje se cree que es suya, fue un regalo del Rey Hussein a Juan Carlos I, que cedió a Patrimonio Nacional, es decir, cualquiera de nosotros podría estar en ella, de la misma manera que te podrías quedar en un parador. Un antiguo compañero mío, ya jubilado, solía decir, “qué fácil es ser marica, con el culo de otro” (no está escrito en un tono ofensivo, lo prometo). Merkel, Macron, Rajoy se pagaron sus vacaciones de su “propio” bolsillo siempre. “Incluso adjudica un contrato para desinfectar el palacio ‘real’ de La Mareta”, que también pagamos nosotros.
Ahora toca hablar de Afganistán, ¿en qué nube estuvo este señor en esta crisis? Supongo que en la playa particular de La Mareta. De repente, reaparece, se cuelga las medallas que otros consiguieron, arriesgando sus vidas para que muchos no murieran, en este caso periodistas, informadores, soldados, colaboradores afganos, mujeres, niñas y muchos más, arriesgando sus vidas por un ideal, el de ayudar de verdad, con hechos, no con palabrería hueca, repetitiva y falta de contenido y corazón.
Pero siempre hemos de ser positivos y, como vivimos en una democracia, todo este lío, despilfarro, “robo a mano armada con nocturnidad y alevosía”, terminará, espero que más pronto que tarde. Este hombre se irá, por supuesto, a través de unas “puertas giratorias” enormes, continuadas y, sobre todo, muy bien pagadas, a estar a cargo del “Ministerio de la luz”, que seguro será el nombre que le dará alguien en un futuro no muy lejano. Tengo una pregunta que hacerle a este señor, “rompedor y des-gobernador” de España, ¿usted paga la luz que, seguro, malgasta o, también me la carga a mí? La respuesta ya la sé, tranquilo. Espero que esté bien “iluminado”, no por los “illuminati”, y tenga coartadas y recibos pagados desde sus cuentas bancarias, cuando los españoles le pidamos las explicaciones oportunas.
Me despido con una buena dosis de alegría y sentido del humor, más necesario que nunca. Les dejo una de las joyas de la música, al menos para mí, “No more lonely nights”, del grupo “Wings”, que es de mis favoritas, escrita por Paul McCartney, y que tiene entre sus colaboradores a Ringo Starr y Linda McCartney. Es parte de un musical, cuyo título en español fue “Recuerdos a Broad Street” (1984).
Les deseo una de las mejores semanas de su vida, la siguiente será aún más espectacular, no lo duden. Gracias de nuevo a este periódico por publicar estas reflexiones y pensamientos veraniegos. Me despido también de todos ustedes, lectores, no todo está perdido. ¡Les deseo paz y bien, que lo pasen muy bien y que se porten mejor que nunca, ya saben! ¡Hala, con Dios!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo