¡A qué vienen tantas medallas!
La retirada de Afganistán ha sido una acción humillante para los países occidentales que han tenido que salir huyendo de la quema, dejando un país abandonado a su suerte. Sin embargo, lo que ha sido, sin duda, una derrota en toda regla se nos quiere vender como una victoria moral de la que deberíamos sentirnos orgullosos.
La vuelta de los militares españoles, que son los auténticos héroes y que se han visto obligados a regresar, así como la de los demás países que también han tenido que tomar el camino de vuelta, no es precisamente una buena noticia, y sin embargo los políticos la están aprovechando para hacer campaña, en lugar de entonar el mea culpa, analizar el porqué y buscar nuevas soluciones que permitan afrontar con otros planteamientos nuevos desafíos.
El estrepitoso fracaso en Afganistán de la misión estratégica occidental conjunta, debería estar siendo ya analizada conjuntamente por todos los países implicados, y sin embargo lo que estamos viendo es que los gobiernos de cada país tiran por su lado, tratando de desviar la atención del problema de fondo con manifestaciones de los responsables de turno fuera de lugar, poniéndose unas medallas que deberían guardar para mejor ocasión.
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