Que viva el HUCA, que viva la sanidad universal
Es mi tercer parto en el HUCA y no puedo estar más que agradecida a este hospital y a todo su personal. Partiendo del hecho de que en mi caso todo salió bien, cosa que no siempre ocurre, no puedo dejar de sentirme afortunada por el trato recibido, por la calidad del servicio y la amabilidad del personal. Será por deformación profesional, pero no dejo de calcular lo que puede llegar a costar al Estado un parto normal, sin complicaciones: dos días de ingreso con su pensión completa, habitación privada con baño, enfermeras, matronas, celadores, ginecólogos, anestesistas... que te atienden desde el momento en que entras por la puerta hasta que te dan el alta. Una millonada. Y aun así tengo la impresión de que nos parece que la sanidad no va bien y nos quejamos y criticamos y minusvaloramos nuestro sistema sanitario, incluso en estos tiempos de pandemia que corren. Pues me siento obligada a dar las gracias y reconocer el gran trabajo de todas las personas que hacen posible que se preste este servicio, y sentirme orgullosa del Estado de bienestar que nos permite tener acceso a nuestra gran sanidad universal. Que viva el HUCA y todo su personal. Y que viva nuestra sanidad universal.
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