Escucha, pequeña personita
Muchos creen que el éxito fue pasar de la diligencia al tren y del autobús al avión; otros que es el poder aunque implique destrozarles la vida a otros, o porque sí lo implica; otros que es la amortalidad mediante ciencia y tecnología; otros creen que el éxito es un futuro de exquisitos placeres carnales en el más allá y en el más acá esclavizar y matar para imponer su verdad. No sé en qué hubiera quedado la cosa si en este mundo la riqueza gotease para dar libertad a las personas y que estas pudiesen ir a comprar a un puesto en el mercado atendido por un vendedor cordial. Y que ese diálogo cordial se considerase un éxito. Eso ya ni siquiera se imagina, todo consiste en eliminar la competencia para que no pueda existir otro capaz de vender lo que yo puedo llegar a vender. Implantan la necesidad de comprar y atender por teléfono o internet, ponen el precio según convenga y hasta controlan la producción. Las riquezas se han ido acumulando a expensas de los de abajo: sean personas, países o continentes, y no a su favor. ¿Qué significó la isla de Gorea en el continente africano para familias de armadores en los puertos del oeste de Europa y para familias de cultivadores más allá del Atlántico?: un gran progreso económico. Ahora la esclavitud es historia, pero con la riqueza conseguida los barcos de vela pasaron a ser de vapor y las máquinas llegaron a los ingenios azucareros y a los tinglados del algodón. Los esclavos liberados y otras personas que trabajaban por su cuenta pasaron ha hacerlo por un salario. El que triunfa se lo queda todo y el tamaño sí importa. Sin embargo es lo pequeño lo que debería importar: muchos pequeños equipos (artesanos, tenderos, productores...) conectados en red bajo cooperación. Eso es lo que puede hacer evolucionar la vida y el medio ambiente. Pero nadie se cuestiona estar equivocado y se apuesta por lo grande. Los "ladrones barones" controlan partidos, ideologías y el pensamiento oficial. Quien se entrega a una ideología tiene menos posibilidades de independencia que quien se entrega a una creencia religiosa apolítica. Llegarán androides serviciales junto a las inteligencias artificiales y los "ladrones barones" ya no presentarán políticos para que se les vote, y menos necesitarán tus votos cuando gane la abstención. Aunque los desesperados de la Tierra procreasen con afán, en el primer mundo se evitará procrear: los empleados serán sustituidos por nuevas generaciones de silicio y metal dispuestas a competir. Pasaremos del medio rural vaciado a un paraíso natural: un jardín cuidado por máquinas para disfrute de los elegidos.
Si el paro juvenil es elevado, ¿por qué los jóvenes van a motivarse a procrear? Solo los "ladrones barones" se perpetúan y pondrán "la Máquina" a funcionar acaparando con su tamaño todo lo pequeño y singular. La diversidad de la oferta desaparecerá y la demanda será guiada a conveniencia. Los "ladrones barones" dictarán lo que debe ser, y ello existirá.
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