De Gaudiosa a Munia
Puede que poco de esto esté verificado. Pero Pelayo huyó del Gijón gobernado por el musulmán Munuza por asuntos de rebeldía a causa de presuntos amores entre el gobernador y su hermana. El caso es que por la zona de Cangas de Onís andaba huido con sus huestes y, llevándose bien con los cántabros, hacía negocios con los de la zona de la Liébana. Dicen que Pelayo conoció a Gaudiosa en Cosgaya (Liébana). El caso es que Pelayo tuvo dos hijos: Favila y Ermesinda.
Muerto el rey Favila a manos de un oso al que quería dar caza, reina en Asturias el esposo de Ermesinda: Alfonso I el Católico, hijo del duque Pedro de Cantabria (posible nobleza visigoda). Por tanto los primeros reyes de Asturias, eran de estirpe cántabra. Luego reinó el hijo de Alfonso I, llamado Fruela y apodado el cruel, que siendo ya rey mató a su hermano y a su vez fue asesinado. A continuación reinó Aurelio, nieto de Pedro de Cantabria y sobrino de Fruela. A este le siguió Silo esposo de Adosinda hermana de Fruela. Pero fracasada la legítima intención de la reina Adosinda de establecer la sucesión de Aurelio en Alfonso el hijo de Fruela y de la reina Munia, Alfonso, siendo aún un niño de 13 años, hubo de refugiarse entre sus parientes vascos al temer que le matasen como a su padre. Munia era biznieta del duque Pedro de Cantabria e hija de García López un señor de Gascuña. Había sido traída como rehén por el cruel rey Fruela al rebelarse los vascos por esas cosas de sus fueros. Refugiado Alfonso entre sus familiares vascos, fue creciendo y formándose mientras Mauregato, hijo ilegítimo de Fruela con una sierva musulmana proveniente de Galicia, reinaba en Asturias porque así lo quisieron los nobles de aquí (siempre la misma historia). Luego fue rey Bermudo I hermano de Aurelio y nieto también de Pedro de Cantabria, el cual cedió el trono dos años después a Alfonso II: gran emprendedor y publicista de la marca Asturias. Alfonso II se carteaba con Carlomagno, e hizo germinar una gran causa europea peregrinando desde Oviedo a la tumba del apóstol Santiago. Aunque parece probado que Alfonso II pasaba más tiempo en Viseu (Portugal) organizando sus batallas contra el califa de Badajoz que en Oviedo.
Todo había empezado con la batalla de Covadonga: lugar de la primera escaramuza con el ejército musulmán enviado a doblegar a los rebeldes. El propósito de los rebeldes era acosar a los musulmanes para que les siguiesen y se adentrasen en los Picos de Europa: verdadero lugar de la derrota musulmana. Cuando el ejército musulmán dividido y diezmado por la montaña apareció por Liébana de pocos en pocos, fue vencido por los nobles cántabros. Derrotados y arrojados fuera de Asturias los musulmanes, los cristianos en Cangas de Onís proclaman rey de Asturias a Don Pelayo.
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