Parece que alguien nos chulea en el caso Puigdemont
Lo de la judicatura española y el caso del señor Puigdemont empieza a pasar de castaño oscuro. Cómo puede ser que este señor, después de lo que hizo, resulta que a nuestros jueces parezca que nadie les haga caso en Europa y, por tercera vez, este señor consigue salirse con la suya y burlar el fallo de nuestros tribunales e ir campando a sus anchas una y otra vez sin que ninguno de los jueces a los que les correspondió decidir si quien tenía razón era la Justicia española o era él, siempre acaben poniéndose de su parte, no ya en un país, sino en cuantos es detenido. ¿Qué pasa, nos chulean por ahí fuera por ser españoles? ¿Nuestros jueces no están a la altura de los del resto de Europa? ¿Sus abogados son más hábiles en su defensa que jueces y fiscales españoles en tratar de condenarlo? ¿O qué es lo que está pasando? Yo, para nada quiero poner en duda los conocimientos y formación de nuestros jueces pero, como ciudadano de a pie que se limita a observar lo que pasa, me preocupa y mucho, ver cómo en cierto modo este señor se ríe del resto de los españoles una y otra vez. Además aprovecha sus puestas en libertad para desprestigiarnos como país despotricando contra nuestra justicia y nuestros derechos. Para más inri, sale nuestro ministro del Interior, casi como pidiendo disculpas, diciendo que el Gobierno español no había intervenido en absoluto en la operación de detención de este señor en Cerdeña. ¿Pero esto qué es? Pues claro que debería haber intervenido y hecho todo lo posible por que este señor, que hizo lo que a ningún otro se le permitiría, hubiese sido, no solo detenido, sino entregado a la Justicia española para que pague por sus delitos como cualquier otro ciudadano que delinque. ¿Qué está pasando? En mi opinión, no se puede entender tanta confusión y tanto pasteleo. Alguien debería explicárnoslo.
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