Tú salvaste a mi hijo, pero me rescataste a mí
Tomo unas notas del artículo de Marta Valverde, presidenta del grupo de Rescatadores Juan Pablo II, del Foro Español de la Familia:
¿Por qué una persona sale corriendo a la hora de comer, o sale de un examen, o simplemente en vez de estar tranquilo descansando decide ir a las cercanías de un abortorio para salvar a un bebé? Estas preguntas solo tienen una contestación. Si no estamos ahí, ese bebé, que no le importa a nadie, morirá dentro de unos instantes. Sabemos que somos su última oportunidad. Muchas veces se encuentran con la frase: ¿por qué no estabais ahí antes de que yo entrara a abortar? Y esa pregunta los deja muy mal, muy dolidos y angustiados.
Los Rescatadores Juan Pablo II están, sobre todo, en los abortorios acreditados para hacer rescates del segundo y tercer trimestre de gestación no solo en España, sino también rescates internacionales. Es impresionante ver cómo el 90% de las mujeres escuchan y son las parejas, amigas o padres los que las arrastran para entrar rápido en el abortorio. Se reparte información de lo que es un aborto siempre a más de 30 o 40 metros de la puerta del abortorio. Les han pinchado las ruedas de los coches, les hacen vídeos, fotos, se ponen detrás de ellos para grabarlos, y nunca, NUNCA, han podido poner una denuncia. ¿Cómo se puede denunciar a unas personas que te tienden la mano para ayudarte? El personal del abortorio llama a la Policía en cuanto los ven y vienen, se paran, escuchan y les piden la documentación y se van. Y siguen sin tener ninguna denuncia.
Preguntó una periodista: ¿no tenéis miedo de que os metan en la cárcel? Cada uno de los rescatadores jóvenes, porque el 80% de los rescatadores tienen entre 20 y 25 años, respondió lo mismo: NO.
En verano vienen de toda Europa a abortar a España. Porque aquí lo “cubre todo la Seguridad Social”. Hace meses llegó a un abortorio de Barcelona una mujer desde Roma para hacerse un aborto de 22 semanas. Los Rescatadores Juan Pablo II hablaron con ella. Era un aborto exprés. Al día siguiente le hacían el aborto. Estuvimos hablando con ella casi toda la noche. A las 7 de la mañana les escribe diciendo que vuelve al abortorio. El pánico los paralizó. Una hora más tarde dice que le ha pedido al abortorio que le devuelvan los 2.500 euros que le costaba su aborto y que ya había pagado. Su hijo había nacido antes. Ella sabe que unas personas normales han salvado a su bebé.
Hace unos días se bautizaron muchos niños rescatados de ser abortados. Alguno de ellos, a cinco minutos de ser abortados. Sus madres nos escucharon.
Las palabras de las madres hacia estos rescatadores son: ¡Tú salvaste a mi hijo, pero me rescataste a mí!
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