Españoles que aman a otros españoles.
Aún estoy en shock por los adjetivos sorprendentemente extemporáneos, anacrónicos y fuera de lugar, en una sobreactuación absurda, petulante, postural y persistente del emperador de las ondas, Federico Jiménez Losantos.
Presuntamente al servicio del poder intoxicador mediático, bajo el pernicioso influjo de los omnímodos y letales lobbies industriales, el autoelegido como garante del liberalismo patrio, arremete contra los liberales que, siguiendo criterios de respeto y libertad, ponderando perjuicio/beneficio, han decidido no vacunarse.
Si le parece, amable lector, le propongo un sencillo ejercicio de observación para detectar en sus declaraciones, parecidos razonables y, si acaso, un denominador común entre Sabino Arana, Quim Torra y el tamagochi turolense, auténticos mercaderes del miedo, agresivos, iracundos, bravucones, intransigentes y despectivos, atrapados en la historia por el efecto indeleble de sus palabras. Vea:
-Sabino Arana, apasionado aficionado a coleccionar despropósitos referidos a los españoles:
"El roce de nuestro pueblo con el español causa inmediata y necesariamente en nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón".
"Gran número de ellos parece testimonio irrecusable de la teoría de Darwin, pues más que hombres semejan simios poco menos bestias que el gorila: no busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia humana ni de virtud alguna; su mirada solo revela idiotismo y brutalidad".
-F. Jiménez Losantos, partidario de bombardear con napalm a toda España y repoblar con vacunados, refiriéndose furibundo a los compatriotas que, aspirando a ser libres respetando y exigiendo respeto, no se vacunan:
"Nazis a los que hay que exterminar, delincuentes comunes, psicópatas, estafadores, malignos, escoria, basura, criminales, ratas, burricie, negacionistas, antivacunas, bebelejías..."
-Quim Torra, un prodigio de conciliación y sosiego jugando a la ruleta rusa con un revólver completamente cargado, y refiriéndose con extremado "cariño" a los españoles:
"Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!".
En las asociaciones de cuñados buscadores de le verdad y teóricos de la conspiración
de ámbito internacional, nos preguntamos si con este nivel de psicopatía, siendo incluso benevolentes, se puede distinguir entre el bien y el mal.
-Hombre, Luis Antonio, está comprobado que cuando los cretinos se mueven hacia la psicosis grupal, suceden cosas malas, muy malas.
-Quizás tú y yo, José Carlos, hayamos llegado a la misma conclusión, y es que con idiotas no vale la pena discutir, solo esperar a que el paso del tiempo les haga llorar.
-Uhmmm, me pregunto si estos homínidos serían internados sin otros requisitos en el ala de irrecuperables de cualquier manicomio digno, Luis Antonio.
-Es lo suyo, José Carlos.
-Que así sea, Luis Antonio.
Vaya, tenía que venir el dramaturgo alemán Johann Wolfgang von Goethe, a poner la sentencia final: "Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano". Pues eso.
Saludos cordiales.
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